En la Ciudad Bandera todos conocen la obra del Poeta Nacional. Sus versos vuelan desde un rincón a otro, de aulas a escenarios, de educadores y padres a retoños. Todos conocen su impronta, y eso no es casual: desde hace dos décadas, Cárdenas cuenta con una filial de la Fundación Nicolás Guillén.

Su surgimiento fue la máxima expresión del trabajo constante de Silvia Alderete Abreu, una pedagoga con más de 50 años en las aulas y enamorada de la obra guilleniana.

A orillas del San Juan, justo a pocos metros de la desembocadura, la Asociación Cultural Yoruba de Matanzas realizó una ceremonia que convocó a los presentes a pedir por el saneamiento espiritual de la nación, haciendo énfasis en la lucha por la violencia contra la mujer.

La palabra Moyugba proviene de la cultura yoruba y según refirió Solange Betancourt Puñales, Presidenta de esta asociación, “consiste en una especie de plegaria, un llamado a la paz, a la hermandad que se realiza por la sanación, por la vida y por toda la humanidad, y sobre todo para crear conciencia para erradicar el maltrato de las féminas”.

El grupo de teatro Visados buscará traer a casa otra medalla de oro en eventos nacionales con la puesta en escena de la obra El macho y el guanajo de José Soler Puig en el Festival Escaramujo de Instructores de Arte, que se efectuará en el venidero mes de julio.

El macho y el guanajo pertenece al teatro bufo, un género muy autóctono y algo olvidado, que a través de la sátira cuestiona situaciones de la vida cotidiana del cubano, y que a pesar de tener ya muchos años aún se refleja en nuestros días.

Hace unos pocos días regresó de Alemania la agrupación rumbera de los Muñequitos de Matanzas. Al respecto, conversamos con su productor Alfredo Smith, quien informó acerca de la más reciente actuación internacional del colectivo que dirige Diosdado Ramos.

“Asistimos allí a un festival sobre tradiciones folclóricas. Este año el encuentro estuvo dedicado a Cuba. La delegación la integraban, además, los Van Van, Eliades Ochoa, Tony Ávila, Cimafunk, entre otros”.

Mantener viva la tradición campesina de la cual es albacea y promotora la Casa Naborí de Limonar y llevarla hasta los poblados más intrincados de este municipio matancero, constituye una de las premisas de este centro cultural para la etapa de verano.

Apoyados en el amplio movimiento de artistas aficionados y en poetas de renombre que revitalizan lo mejor de la décima cubana prevén el desarrollo de actividades y presentaciones en comunidades rurales como Coronado y Sumidero.