Las notas del Himno Nacional sonaron por segunda vez en Belgrado. El oro colgaba en el cuello de un joven de baja estatura, cuya grandeza no cabe en su natal Alacranes; orgullo de Matanzas y de Cuba, el pugilista Andy Cruz se proclamaba durante este sábado 6 de noviembre como tricampeón del mundo.

Por decisión unánime los jueces vieron ganar al integrante de los Domadores ante el turco Kerem Oezmen en la división de los 63.5 kilogramos y con su triunfo el bailarín del ring ponía a sonar, al unísono y con potencia, el ritmo de la felicidad en la Isla.

Luego de proclamarse titular olímpico en Tokio 2020 y ya con dos medallas de oro en lides mundiales en su palmarés, Andy fijó su meta en obtener el tercer metal dorado en citas mundialistas, sueño hoy tangible para el ligero welter y para los millones que de cerca siguen sus pasos y auguran mayor número de preseas en el futuro del matancero de apenas 26 años de edad.

El sábado prometía otra gran pelea. Julio César la Cruz saldría a buscar su quinto oro mundial ahora en la división de 92 kg. Nuevamente millones de cubanos detuvieron su marcha y desearon con fuerza la victoria del camagüeyano.

Una vez más la escuela cubana de boxeo ratifica su excelencia y se alza con el título por países al obtener tres oros en la lid y mejorar considerablemente el metal de las tres alcanzadas en Ekaterimburgo 2019 cuando la armada antillana regresó a casa con una medalla de cada color.

Para Andy el camino apenas comienza y ya las rosas inundan su trayecto. De cerca le seguirá por la gloria del boxeo su pueblo de Matanzas, ese al que él dignamente representa en cualquier escenario y al cual colma de regocijo con cada presentación.