Marynés cumple su servicio social desde enero del 2022. Luego de graduarse como ingeniera con título de oro, con el mejor promedio no solo de su carrera, sino también de su facultad, no tuvo más opción que incorporarse a trabajar en una fábrica de bebidas, perteneciente al Ministerio de la Alimentación, en Matanzas.
Su primer encontronazo con la realidad fue el no poder pertenecer a la empresa con la que mantenía una estrecha relación desde sus primeros años de carrera y donde desarrolló un proceso investigativo que constituyó, posteriormente, su tesis de grado. Las decepciones continuaron cuando, al incorporarse a su centro laboral, la obligaron a rotar por todas las áreas y departamento, experiencia que sería provechosa para conocer el funcionamiento de la misma; pero la limitaron a funciones de secretaria, fotocopiando documentos. Incluso presentó un proyecto para mejorar las producciones, el cual se acreditó su tutor.