Desde un servicio de terapia intensiva enfrentar la pandemia durante los picos más altos de contagios es una experiencia conmovedora, que vivió la Doctora Irelys González López, especialista en Medicina General Integral y Terapia Intensiva y profesora principal de Medicina Interna Pre-Grado y Post-Grado en el hospital Doctor Mario Muñoz Monroy, de Colón.
De hablar pausado, relata sobre esta etapa: «Fueron momentos muy difíciles: muchos de nuestros compañeros se enfermaron, los recursos era escasos, y uno de nuestros médicos, Alexander Castro, dejó de trabajar porque tuvo que ir a cuidar a su hijo. La doctora Yasín fue víctima de la Covid 19, y yo incluso tuve a mi papá como paciente en mi sala. Solo quedamos el doctor José Antonio Márquez y yo, dos solamente echando palante.” Agrega con igual tristeza cómo la emergencia también colapsó y el personal de enfermería resultó escaso. «Establecieron turnos de trabajo para 24 x 24 horas y el de enfermería 24 x 48. El agotamiento físico y mental fue grande, a veces no salían a las 24 horas y si lo hacían muchas veces tuvieron que regresar al hospital.”
Un halo de luz significó el apoyo de la brigada Henry Reeve, a la cuál agradecen mucho por el apoyo incalculable. «Todos los días seguimos trabajando, pero se distanciaron las guardias.»
Aún no se inventa un medidor para la fortaleza y el valor.
Expresa Irel