La Tarea Ordenamiento colocó patas arribas la rutina de muchos cubanos. Más allá del cambio radical que representa para ti, para mí, para todos; también resulta un proceso que se debe perfeccionar sobre la marcha.
A través de todos los canales posibles, la población expuso una serie de dudas e inconformidades sobre varios aspectos de esta transformación socioeconómica; los asuntos relacionados con Comercio Interior han sido los más cuestionados.
Desde el día cero las quejas sobre los despegues estelares en las cartas de algunos establecimientos gastronómicos resultó motivo de insulto para muchos, sobre todo por la distancia entre la calidad y el precio de los productos. “Es verdad que los precios estaban duros, hablando en el argot popular. En establecimientos de segunda categoría como las Cuevas de Bellamar, un bistec de cerdo, plato insignia de la casa, costaba 203 pesos; ahora, después de un estudio disminuyó a 118. Quizás no son los números que la población esperaba, pero todo esto depende de si el proveedor sube los costos de la materia prima, lo cual impone que los precios finales asciendan también”, comentó Nelson Reyes Hernández, subdirector del Grupo Empresarial de Comercio.
“Por ejemplo, los productos cuya materia prima fundamental es cerdo tuvieron una reducción bastante considerable. En cambio, los que se basan en la carne de res subieron”.
El caso que más revuelo ocasionó y que indujo la revisión de sus tarifas fue el Coppelia. Allí hubo muchas insatisfacciones acerca de sus ofertas. Al final, gracias a las peticiones de los pobladores, en las cremerías disminuyeron los precios. Por ejemplo, las bolas de arlequín que costaban seis pesos bajaron a cuatro. Sin embargo, aún falta trabajar en la calidad de las ofertas y en su variedad, no solo en las heladerías, sino en todo el sistema de gastronomía estatal, para que lleguen a ser una opción viable.
El aumento de los costos del Sistema de Atención a la Familia (SAF), que provocó que varios de sus beneficiados renunciaran a él, constituye uno de los temas que más interés despierta, porque afecta a un sector vulnerable de la sociedad: los necesitados de asistencia económica. En el territorio matancero se formaron varios equipos de trabajo para buscar un equilibrio de su importe.
“Nuestros tables oscilan entre 8 y 13 pesos, para ello elaboramos nuevos menús. Buscamos balancearlos de modo que entre ambos aporten las kilocalorías que debe consumir una persona en el día (entre 2100 y 2300), y que no sobrepasen los 26 pesos, que es lo que está establecido como costo máximo”, refirió Reyes Hernández. “Aquellos que disponen de bajos recursos para la alimentación no quedarán desamparados nunca. La Ministra de Trabajo y Seguridad Social declaró en la Mesa Redonda que cualquier persona que esté acogida al SAF y no posea el dinero para asistir a estos centros, el organismo les puede prestar ayuda monetaria”, agregó.
La internauta Leizzie González de Armas
, a través de la página de Facebook de Girón, pidió ayuda con respecto a una duda que le surgió sobre la dieta médica de su madre. “Mi mamá tiene dieta por oncología y el pollo le costó 36.95. Entonces, ¿cómo es que dicen que se mantienen al mismo precio? Necesito que me lo expliquen”, solicita. Reyes Hernández especifica: “En el caso de las especialidades de oncología no se subsidiarán, es decir, que si antes costaba entre un peso y dos, ahora asciende a treinta y pico; al igual que los diabéticos”. Relacionado con esto, Betsy Díaz Velázquez, ministra de Comercio Interior, compareció en la Mesa Redonda: “Aquí hay dos decisiones. Una de ellas es que en todas las dietas generales que incluyen carne y leche, se mantiene el subsidio de la leche pero no del pescado, por ser importado, como tampoco lo tiene la dieta de pollo. Sin embargo, continuarán subvencionadas todas las dietas médicas para enfermedades crónicas de la infancia, embarazadas, retrovirosis crónica y fórmula basal para intolerantes a la lactosa”.
“Lo más grave del tema de los materiales de construcción en Matanzas no es el precio, sino que no los hay. Sería bueno preguntar dónde los venden y a quiénes. Hace muchísimo tiempo que no veo nada, sobre todo cemento”, afirma otra lectora de Girón. “Han entrado a la provincia más de 309 toneladas que se han comercializado de a poco. Sin embargo, dicha cantidad está destinada a las acciones constructivas de las células básicas habitacionales y subsidios. No hemos tenido la oportunidad de vender cemento de forma liberada a la población”, dijo Reyes Hernández acerca de esta situación. El directivo también explica que enero es el mes en que las empresas contratan a sus suministradores y negocian los valores de compra de las materias primas. No obstante, mientras dure el proceso su adquisición se dificulta, sobre todo en un período de transformaciones radicales en la economía nacional. “Ya casi terminamos”, apunta.
La escasez o la fugacidad de ciertos productos de uso común alarma a muchos. A Ernesto Rosas Fariñas
le preocupa la disponibilidad del cloro, tan necesario para las labores de desinfección en la actualidad, cuando vivimos un fuerte rebrote de coronavirus. “Debo subrayar que en la ciudad de Matanzas no hay cloro a la venta. Hoy recorrí varios lugares en la calle de Medio sin encontrar. Así, entre otras causas, no hay modo de que bajen las cifras”. Nelson Reyes Hernández señala: “En la ciudad hay 38 puntos de venta para la comercialización de cloro, con un valor de tres pesos el litro. Han existido problemas con el reaprovisionamiento, pero sí aparece. Las personas tienen la opción de comprar en las tiendas industriales aunque no esté rebajado al uno por ciento, lo que sí le cuesta un poco más”.
En las últimas semanas se ha notado la ausencia de algunas marcas de cigarro como el Criollo, los Titanes y el Aroma. “El déficit del cigarro también tuvo que ver con el abastecimiento. En los últimos días del año se sobredimensionó la demanda. Realmente faltó cigarro, pero se ha estado suministrando la red”, comentó la ministra del Comercio Interior en su intervención en la Mesa Redonda del 4 de enero. Aunque más de 15 días después aún persisten problemas con su surtido. Reyes Hernández argumentó al respecto: “Las cifras que ha recibido nuestra provincia no son suficientes para cubrir la demanda de la población y por ello no ha estado permanente en la red de comercio. A medida que pasen estos problemas de contrataciones y que se garanticen las materias primas, se restablecerá el producto”. La Tarea Ordenamiento se impone como uno de los cambios económicos más grandes que ha enfrentado Cuba. Por su magnitud y novedad siempre habrá cabos sueltos, incógnitas e inconformidades.
Como se nota en el texto, demasiados elementos inciden en que las relaciones comecrciales de la población yumurina sean insatisfactorias. Aún resta mucho que pensar sobre la manera de aproximar los servicios y productos de calidad a ella, para que, al final, la cuenta entre ingresos personales y precios sea justa. Acerca de aquellos que violan las normativas, Reyes Hernández afirmó: “En los momentos actuales, nadie está tan loco para cobrar por encima de lo que está establecido por el Mincin y el Ministerio de Finanzas y Precios”. (Por Guillermo Carmona)
