La cultura cubana, que es escudo y espada de la nación, hoy está de fiesta.

A veces la vida te sorprende y te regala la oportunidad de degustar un buen café mañanero, de esos que te espabilan y sacuden cualquier resto de soñoliencia producto de algún apagón, junto a una escritora de renombre como Marilyn Bobes, quien ostenta la condición de haber ganado el premio Casa de las Américas en dos ocasiones, entre otros tantos reconocimientos.

La Casa Naborí siempre ocupó un sitio especial en el alma de Jesús Orta Ruiz. En numerosas ocasiones la visitó y regaló sus versos al pueblo. Fotos: Cortesía de la institución y tomadas por la autora.

La mayoría de los improvisadores de esta Isla nuestra podrían describir apasionadamente la Casa Naborí. Ni la distancia les impediría hablar de Limonar, del público estallando en aplausos; o del sol aferrado a las tejas rojizas de la sala de actividades Angelito Valiente, como queriendo admirar a los astros que medían sus versos en controversia. 

Carlos Telot, durante sus 40 años de vida artística ha compartido con varias figuras importantes de la cultura cubana.

Carlos Telot se define como un “guajiro cepillado”, pero amante del arte desde que tiene uso de razón. Sus orígenes se encuentran en el poblado San Antonio de Cabezas, aunque estudió en la Vocacional de Monitores de Eventos y luego en la Lenin. Pero no fue hasta que comenzó en la Universidad de La Habana que comprendió el amor que sentía por los escenarios. 

Desde este 29 de octubre y hasta el 13 de noviembre el Teatro Sauto de la Ciudad de Matanzas acogerá sus presentaciones como subsede de la 27 edición del Festival Internacional de Ballet de La Habana Alicia Alonso.

Cerca de una decena de agrupaciones danzarias ofrecerán funciones en la Atenas de Cuba, entre ellas, el Buenos Aires Ballet; Acosta Danza, la Compañía Nacional de Danza de México, Mal Paso, Mi Compañía y el Ballet Nacional de Cuba, según informó a Girón Sulay Galván, comunicadora del Teatro Sauto, Monumento Nacional.