La edad a veces pesa, pero sólo cuando los recuerdos acuden a nuestra memoria. Y por estos días, gracias a una información que me llegó como periodista a través del grupo Mirón cubano en las redes, recordé una canción infantil cuya letra y música prácticamente había olvidado. Su nombre creo que es Al ánimo. Y decía algo como esto:
Al ánimo, al álimo, la fuente se rompió.
Al ánimo, al álimo, mandarla a componer.
Urí, urí, urá,
la Reina va a pasar,
la de adelante corre mucho
y la de atrás se quedará.
No sé si la recuerdo exactamente, pero era algo así.
La pandemia en estos largos meses obliga a niños, jóvenes y adultos a mantenerse en casa y las redes sociales son una opción en estos tiempos de telefonía celular y telecomunicaciones mediáticas mundiales.
Gracias a ello, el grupo teatro Mirón cubano ha hecho de esa opción un juego que rifa amor. Y digo esto porque volver a los orígenes de la humanidad, donde el contacto entre los seres humanos era primordial para el desarrollo, nos parece casi imposible. Pero no es así.
Pocas personas se sientan hoy en su casa ante un juego de parchís -quizás pocos lo conocen-, dominó, solterona y damas chinas o españolas, y así un sinnúmero de juegos de mesa que en mis tiempos eran increíbles para la diversión.
Mi nieto no concibe jugar si no es en la table, la computadora o el teléfono; sin embargo, cuando le conté de la iniciativa del Mirón cubano se mostró muy interesado y hasta pidió un número para la rifa.
¿Y que rifa el Mirón Cubano?
Pues una simple iniciativa que con mucho amor ha hecho furor en las redes infantiles matanceras.
En el mes de agosto iniciaron un programa de poco más o menos dos minutos en su página web que se llama Urí urá, la de atrás se quedará, que con pocas palabras y mucha imagen muestra juegos que son sencillos de hacer y heredaron de sus ancestros.
Son cinco programas que se transmiten los sábados a las 11 de la mañana en su página y en la primera semana de septiembre harán público el resultado de una rifa de los útiles y juegos que protagonizaron el espacio, iniciado el sábado 7 de agosto y que estará hasta el sábado 28, el último del mes.
Ya se acaba el verano y ese es el regalo para los seguidores del Mirón cubano en las redes, una opción de juegos de mesa muy populares antes de la era de las tecnologías virtuales.
Pero les cuento: lo novedoso es que los teatristas rifan los juegos y muñecos empleados en el programa con el objetivo de que los niños y las familias puedan continuar los juegos en casa.
A solo 24 horas de puesta en su página la convocatoria de la rifa, la avalancha de niños y sus papás pidiendo un lugar era muy considerable.
Si no lo ha hecho porque se entera ahora, puede localizar la página en la web con solo poner en WhatsApp: La familia del mirón, y suscribirse allí. Busque la rifa, ponga el nombre y apellidos y le darán un número que debe recordar cuando se publique el ganador del sorteo.
El premio se lo llevan a la casa, por eso solo los matanceros pueden participar, porque la pandemia impide traslado a otras provincias.
La premiación estará lista en la primera semana de septiembre.
Nada, que a pesar de la tecnología el ser humano vuelve a sus orígenes y lo necesita.