Muchos le conocen por sus dotes como actor, humorista, pedagogo y crítico de arte, pero sus muestras en diversas exposiciones contribuyen a ponderarlo dentro del movimiento visual de la ciudad yumurina.
Al preguntarle sobre sus últimos trabajos pictóricos, responde con su carácter desenfadado y a la vez serio:
“Estoy pintando para “desexorcizarme” de la pandemia, pues soy de los llamados vulnerables, pero he trabajado mucho con la UNEAC, vinculado con los artistas de la plásticos, en la caracterización de sus obras y me interesa la línea de un mecanismo artístico con tendencias contemporáneas, en la libertad que me permite el abstraccionismo gestual.
“Aunque no tengo formación académica, si domino las técnicas de la espátula, los brochazos y otros, mediante toques de color que pretenden expresar mi estado emocional entre diversos recursos».
En relación con el uso de los colores señala: “Siento un gran placer manipulando los colores y también los valores, uso el blanco y el negro, me atraen las formas de pintores abstractos como Franz Kline, pero en general la explosión de colores me identifica y tiene que ver con mi personalidad.
“Cuento con muchos amigos que me instruyen, pero soy irreverente a la hora de utilizar los colores en el orden de diseño que me ocasionan fijación por este género artístico».