Carlos Telot, durante sus 40 años de vida artística ha compartido con varias figuras importantes de la cultura cubana.

Carlos Telot se define como un “guajiro cepillado”, pero amante del arte desde que tiene uso de razón. Sus orígenes se encuentran en el poblado San Antonio de Cabezas, aunque estudió en la Vocacional de Monitores de Eventos y luego en la Lenin. Pero no fue hasta que comenzó en la Universidad de La Habana que comprendió el amor que sentía por los escenarios. 

“Si tuviera que mencionar a los ‘culpables’ de mi incursión en el arte, tendría que hablar de Humberto Rodríguez, director del grupo de teatro Olga Alonso, y de Armando del Rosario, quien es referente en lo que conocemos como la segunda ola del teatro universitario. Con ellos aprendí cuál era la esencia del teatro. Gracias a esa formación interpreté el personaje de Lotot en Réquiem por Yarini y conquisté un premio en la categoría de Mejor actuación masculina en un festival de la Feu». 

“Luego participé en pequeños trabajos como extra en algunas obras a las que me invitaban, porque no podía despegarme del movimiento característico de las tablas. En ese momento comienza mi amistad con Alfonso Menéndez, un estudiante de Arquitectura con quien compartía mi interés artístico». 

“Justo ese año, el periódico Granma lanzó una convocatoria para escribir guiones de espectáculos musicales, de teatro y cabaret, y decidimos presentar el proyecto. Alcanzamos el tercer lugar y, a pesar de disfrutar del premio en metálico, nos faltaba estrenarlo. Mostramos la propuesta a varias personas y utilizamos un ardid para lograr nuestro objetivo. Llegamos hasta la casa de Rosita Fornés. Bajo la puerta le dejamos el guión del espectáculo, con una nota que explicaba que había sido escrito para ella y que en el Teatro Mella tenían interés en llevarlo a escena. Esto último, por supuesto, era una gran mentira».

“Decidimos conversar entonces con Sergio Vitier, quien era el director del Teatro Mella. De igual manera le entregamos un guión y lo convencimos de que Rosita Fornés quería hacer ese espectáculo. Rosa llamó días después para confirmar la veracidad de la propuesta y todos lo reafirmaron. En octubre de 1984 estrenamos esta producción. Rosita fue la protagonista femenina; pude ocupar el protagónico masculino, y nos acompañaron personalidades de la televisión, la radio y el teatro lírico». 

“En ese momento comenzó una amistad que se extendió hasta el día de su muerte, y tuve el privilegio de compartir escena con ella en otros espectáculos, en los que estuvo bajo mis órdenes».

“Poco tiempo después comencé en el Museo Nacional de la Música con Jubileo a las 9 en punto, un espacio donde entrevistaba a famosos del mundo del arte y que fusionaba la música y la actuación. Desfilaron por allí un número considerable de personalidades, hasta que llevamos a Alicia Alonso y nos propuso trasladar el espectáculo hacia el Gran Teatro de La Habana». 

“Además, en esta etapa compartí labores con Eva Rodríguez, una de las grandes de la animación en Cuba, Rosa María Medel y María Victoria Gil. Si tengo que destacar dos momentos importantes, creo que serían la dirección de un concierto de Elena Burke y la despedida de la vida artística de Eloísa Álvarez Guedes”.

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MATANZAS Y LOS NUEVOS RETOS

“A inicios de la década del 90 mi padre enfermó y la llegada del Período Especial me imposibilitaba permanecer más tiempo en la capital, por lo que decidí retornar a la provincia; mas, llegué con la intención de continuar con mis proyectos. Me acerqué a la Sala White con la propuesta yumurina de Jubileo y la aceptaron. Allí me acompañaron Alfonso Llorens, el periodista Manolo García y otros; hasta que se acerca Osmany Zamora, de Radio 26, y me sugiere comenzar a trabajar en este medio de comunicación. La revista En la radio fue mi prueba de fuego y a ella le continuó Pida usted, donde compartía anécdotas y comentarios sobre el mundo artístico». 

“Como soy un hombre de retos, cuando llegó la propuesta de ocupar el cargo de primer director artístico de la Casa de Cultura Bonifacio Byrne, acepté y desarrollé varios concursos y eventos gracias a mi amistad con importantes figuras del arte, entre las que se incluyen Esther Borja y Cuca Rivero”. 

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“Por supuesto, la década del 90 fue difícil económicamente hablando, por lo que decidí aceptar una propuesta de Artex como director de eventos. Confieso que en varias ocasiones dudé respecto a marcharme hacia el naciente polo turístico, precisamente por la concepción que tienen algunos sobre si se prostituye o no el arte allí. Sin embargo, demostré que se pueden realizar espectáculos con elevado nivel y buen gusto cuando te rodeas de las personas correctas». 

“Gracias a mis conocimientos y al apoyo de personas que conocían mi trabajo organicé un espectáculo de fin de año de la empresa hotelera Meliá. A partir de entonces me convertí en un primer momento en el director artístico en Cuba y más tarde en asesor extranjero». 

“A pesar de la exigencia del cargo, mi vínculo con la comunidad no se detuvo nunca. Como miembro de la Uneac tenía el deber de apoyar cuanto evento ocurriera en la ciudad». 

“Con la llegada de la pandemia se paralizó el turismo y en la Dirección de la Empresa de la Música de la provincia me invitaron a colaborar. Acepté, y aquí me encuentro, alternando mis funciones como encargado del Departamento de programación y en la Dirección de mi compañía de espectáculos Sol Dance”.

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CARLOS TELOT

“Soy un amante del musical, la zarzuela, la ópera. Siempre hablo de aquella ocasión en la que pude disfrutar de Cats, porque lloré con ella y fue un momento importante en lo personal». 

“Me encanta leer, cocinar, hacer y tomar café. No tengo muchos amigos, pero los que me acompañan hasta hoy celebran que no ha cambiado mi forma de ser y que me mantenga humilde. Prefiero la tranquilidad del hogar y el silencio total cuando estoy en proceso de creación». 

“Me queda la insatisfacción de no haber participado en el cine, aunque ya le pedí entre risas a Fernando Pérez un espacio, y no poder producir un gran musical. A pesar de ello no le reprocho nada a la vida, soy un hombre feliz”.

Aquí puede escuchar el audio de la entrevista a Carlos Telot: