El coloquio dedicado al centenario de la poetisa Fina García Marruz dio inicio el ciclo de actividades literarias que acompañan a la Feria del Libro en Matanzas, desde el jueves 2 hasta el domingo 5 de marzo.
El Museo Palacio de Junco acogió a un grupo de escritores, editores y familiares de la célebre poetisa origenista en un panel moderado por Alfredo Zaldívar, quien en su breve introducción recordaba a Fina como una autora muy querida y entrañablemente unida al devenir de nuestra ciudad.
El crítico e investigador Virgilio López Lemus, situó a la autora de Visitaciones en el complejo entramado de la escritura cubana y afirmó que posee influencias notables de la poesía del siglo XIX, entre ellos Juan Clemente Zenea, Julián de Casal y, por supuesto, José Martí.
Explicó que con ella nace una mirada distinta de la realidad, el sentido de ver la cubanía a través de imágenes de la ciudad y concluyó su exposición calificándola como una de las poetisas más importantes de la pasada centuria.
Un análisis de la ensayística de Fina fue la propuesta de Derbys Domínguez. El editor definió la delgada línea que separa su lírica de sus artículos en cinco acápites fundamentales que van desde la singularidad de los sujetos estudiados, pasando por el estilo hasta la manera en que aborda el contexto.
El debate continuó con los jóvenes poetas Pablo G. Lleonart y Náthaly Hernández Chávez. El primero con un acercamiento a la obra de la inseparable compañera de Cintio Vitier, desde la perspectiva de la teoría literaria de Harold Bloom.
Por su parte, Nataly comentó el libro Creditos de Charlot, que resulta, en opinión de la conferencista, una rara avis dentro de la producción literaria de su autora. “Más que un acercamiento al cine, es un abrazo”.
Para finalizar, Gretchen Lima, directora de comunicación de la Casa Vitier García Marruz, habló sobre la piedad en la escritura de Fina y José Adrián Vitier, compartió con los presentes anécdotas vividas junto a su abuela, en especial cómo ella lo llevó a descubrir la poesía.
