
Por. Laura de la C. González Trujillo, ACN
“La Memoria del Sonido”, exposición que celebra el XXV aniversario de la fundación del Museo de Arte Lorenzo Padilla Díaz de esta ciudad, propone un acercamiento a la muestra de instrumentos musicales que conforman la colección de arte tradicional africano que reúne la institución.
La música para el hombre africano representa un precepto de vida que rige su existencia, acompaña su accionar diario con instrumentos musicales, en actividades sociales y religiosas como ritos de iniciación, ceremonias fúnebres, nacimientos, bodas, fiestas y concilios de la comunidad, valoró Yamila Gordillo, curadora de la presentación.
A decir de la especialista, esta exposición, fruto de la creatividad de artesanos anónimos del África Subsahariana, ejemplifica la diversidad funcional de las piezas y el nivel estético alcanzado en su ejecutoria artística, elaboradas para ser oídas y recibir su carga espiritual.
El centro que resguarda más de dos mil piezas, reflejo del arte universal y nacional, inició sus funciones como un museo especializado el 19 de mayo de 1998, iniciativa que lideró el destacado creador Lorenzo Padilla Díaz, quien ha donado casi el 90 por ciento de lo que hoy posee la institución.
Raúl Molina Hernández, director de la entidad, en declaraciones a la Agencia Cubana de Noticias, explicó que la reciente modificación del nombre del centro se debe a un homenaje a la labor que realizara Padilla Díaz por el sitio, “hoy la institución lleva su nombre, la persona que hizo posible que Matanzas tuviera un museo de arte con una vista internacional”.
Si bien la colección de arte tradicional africano representa una de las más amplias del centro, con más de 500 piezas, puntualizó Molina Hernández que este espacio abarca las manifestaciones artísticas en todas sus dimensiones; “tenemos además, pinturas, esculturas, grabados y fotografías de autores contemporáneos que han deseado colaborar”.
Ritmos procedentes del tercer continente más grande del planeta festejaron la labor de un museo que en su afán por validar la historia y la cultura de la nación, conserva y sociabiliza el patrimonio artístico y universal de la humanidad para que diferentes generaciones de cubanos conozcan el origen de la creación.