Como un emotivo encuentro de homenaje y recordatorio a Francisco Rodríguez Cabrera, quien fuera uno de los directores más emblemáticos de Teatro El Mirón Cubano transcurrió la presentación del documental Pancho, un Quijote de la escena callejera, la tarde del viernes 12 de enero en la sede de esa agrupación.

El audiovisual, de la autoría de la joven Melissa García González, comenzó como un ejercicio académico para su tesis de licenciatura en periodismo y creció hasta convertirse en veinte minutos de metraje sobre la vida y obra del artífice de puestas como Balada del Marino, La Pamplinera o La Palangana Vieja.

A largo de sus veinte minutos de metraje, personalidades de la escena cubana contemporánea, como los teatrólogos Roberto Salas y Eberto García, el dramaturgo Ulises Rodríguez Febles o los directores Juan González Fiffe, y Orlando Concepción González, van componiendo un retrato coral, a través de recuerdos y anécdotas.

Tal como afirma su realizadora, hasta ahora no existía ningún material que abordara, de forma integral, al gran actor, el director, el maestro que fue. La producción, que inició el pasado mes de abril,  se hizo de manera totalmente independiente, a ella se sumaron los esfuerzos no remunerados de un colectivo de creadores que se implicaron a fondo y pusieron sus recursos y talento en beneficio de este tributo póstumo.   

Este viernes 12 de enero se cumplían cuarenta años de que el Conjunto Dramático de Matanzas pasara a llamarse Teatro El Mirón Cubano, a raíz de los cambios suscitados por la entrada, en 1981, de los primeros graduados del Instituto Superior de Arte, de los cuales Pancho y su esposa Mercedes formaban parte.

La presentación de la cinta resultó también un momento propicio para que familiares, amigos  y colegas abordaran sus recuerdos y sentimientos sobre el inolvidable director, continuador de la estética callejera iniciada por Albio Paz.

La actriz Massiel Abreu rememoró cómo les hacía “la vida en el teatro tan fácil y bonita” mientras que otra de las integrantes de la agrupación, Yanetsis Sánchez, compartió sus consejos acerca la vida sobre la superación y la capacidad de no rendirse nunca. 

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Su hija, Rocío Rodríguez, quien se encuentra fuera de Cuba, envió un mensaje en video que, de alguna manera, resume el espíritu de este encuentro: “Tras la muerte de mi papá, nosotros sembramos un árbol y cuando me preguntan qué es para mí El Mirón, pienso en eso: un árbol». 

“Pienso en cada uno de los que ha sido rama a través de estos 40 años, no importa desde qué rol, los actores, los técnicos, los utileros, los atrezzistas, las familias que nos han acompañado y el apoyo que hemos recibido por parte de la gente que está en determinados lugares para sostener proyectos artísticos 

“Pienso en el valor de ser agradecidos, en la permanencia y en el espíritu que puede estar en cada una de esas ramas, donde quiera que se encuentren ahora, pues siempre vamos a seguir compartiendo el espíritu del Mirón Cubano”. (Fotos: El Mirón Cubano/ Raúl Navarro)