Un Festival Internacional de Poesía en Matanzas es lo que faltaba desde hace mucho a la llamada Ciudad de los Poetas.
Hace bastante tiempo el narrador, promotor todoterreno, poeta y Premio Nacional de Edición Alfredo Zaldívar Muñoa lo viene soñando. Al fin estamos inmersos en un evento, del 11 al 19 de junio, que con el apoyo y la convocatoria del Centro Provincial del Libro y la Literatura,
el Centro de Promoción Literaria José Jacinto Milanés, la Dirección Provincial de Cultura y las editoriales, potencia la herencia cultural de la ciudad que sigue aspirando a la condición de Ciudad Creativa en Literatura, como un reconocimiento que dignifica sus singulares aportes que se remontan al siglo XIX, y en los que la poesía, como género literario, sobresale por encima de otros.
Alfredo Zaldívar, que también nos ha legado hasta una obra teatral, tiene la sensibilidad, el empuje, la persistencia y el talento para alcanzar resultados concretos como gestor cultural. Entre ellos se encuentra no solo fundar Ediciones Vigía, reinventar Ediciones Matanzas, crear diversos eventos y concursos; también lograr, en los últimos años, espacios que son paradigmáticos del presente, como el Café Mezclao, en la sede de la Uneac.
Allí se establece un diálogo eficaz con otros creadores y manifestaciones y, fundamentalmente, el que me parece esencial como preámbulo y conexión con el primer Festival de Poesía, el itinerante y performático Concilio de las Aguas. En este, poetas y poetisas como Daniel Alberto Cruz Bermúdez, Maylan Álvarez Rodríguez, Derbys Hiram Domínguez, Leymen Pérez, dirigidos por el propio Zaldívar, y en conjunto con músicos, danzantes y artistas de otras manifestaciones, ofrecen un escenario otro a la poesía y a los poetas, para promover obras de autores cubanos y extranjeros, desde lo teatral, desde la intervención de espacios diversos, como un museo, una escuela, un parque o una calle. Una visión interactiva, inclusiva, comunitaria.
Ahora, con el Festival Internacional de Poesía Puentes Poéticos, todo se funde, historia y tradición, el presente y el futuro, la herencia de los Miércoles de Poesía, los recitales de grandes poetas en el Teatro Sauto, los maratones poéticos organizados por el mismo Zaldívar en diferentes acontecimientos literarios, las celebraciones del Día del Poeta cada 3 de marzo, las jornadas literarias del Premio Milanés, Fundación de la Ciudad, Premio de la Crítica Orlando García Lorenzo, las de Vigía, el América Bobia, las del Premio Aldabón y Eliecer Lazo, y muchas otras iniciativas, que prestigian a la ciudad de Matanzas.
Falta que se concrete, con otras propuestas, el proyecto de los poetas Alfredo Zaldívar, Israel y Derbis Domínguez, de colocar en diversos lugares de la urbe, fragmentos de poemas, hasta llegar a los 1 000.
Es visibilizar, impregnar en los habitantes y los que nos visitan, las esencias de la tradición literaria matancera, que le dio a esta Isla dos premios nacionales de literatura, Bonifacio Byrne y Agustín Acosta, y muchos otros poetas, algunos de ellos dramaturgos; además, sensibilizar a la gente con la belleza de la palabra, ofrecerles el espíritu creativo, el de la lectura, que es convertir a la ciudad, en un libro abierto.
El Festival Internacional de Poesía es un acto de amor, de creer en el poder de la literatura y el libro.
En estos días, en los que leer poemas convierte a la ciudad en fiesta literaria, no solo estarán los poetas vivos, los poetas de otras latitudes; también estarán nuestros antepasados, proponiendo la esperanza de vivir en un mundo mejor.
