La selección cubana para menores de 23 años alcanzó este lunes su tercera victoria consecutiva dentro de la Copa Mundial de Béisbol que tiene por sede a México. Los antillanos vencieron siete anotaciones por una al elenco de República Checa, e irán a un duelo de vida o muerte contra el elenco dominicano.
Un racimo de tres carreras en la parte alta del tercer inning resultó suficiente para doblegar a un conjunto europeo que dependió del lanzador zurdo Viktor Becerka. El serpentinero checo llegaba con el aval de pertenecer a los Reales de Kansas City desde 2019, pero su descontrol de cinco boletos en apenas dos episodios obligó a su manager Vladimir Chiup a extraerlo del montículo.
De ahí en adelante, otras cuatro anotaciones fabricarían los nuestros, más por la poca calidad del bull pen rival que por los bates criollos. La batería cubana sigue sin encontrar el rumbo, ahora frente a lanzadores de dubitable nivel y apoyados en rectas que apenas sobrepasaron las 80 millas por hora.
El diestro espirituano José Eduardo Santos lanzó todo el partido por Cuba y se llevó su primera sonrisa con el traje de las cuatro letras. Pese a regalar cinco bases por bolas, el serpentinero de 23 años solo permitió dos indiscutibles y recetó cinco ponches a la tanda contraria.
Para lidiar con las huestes de los vecinos caribeños, el alto mando de Cuba seleccionó al matancero Naikel Cruz. El zurdo de El Cocal se adjudicó el primer triunfo cubano en la lid, tras soberano relevo frente a Taipei.
Pitágoras: el último salvador
Cuba cerrará su actuación en el grupo A del torneo en un duelo trepidante frente a República Dominicana. Para ambos combinados una victoria representaría la permanencia en la cita mundialista, aunque los quisqueyanos dependen de un marcador más holgado.
Los locales mexicanos culminaron con balance de cuatro éxitos y un descalabro en su paso por este apartado, luego de un inverosímil revés inicial ante los checos. Como quiera que se arrastran los resultados ante los acompañantes de la llave y México solo perdió con los eliminados europeos, el conjunto azteca avanza invicto (2 victorias – 0 derrota).
Taipei de China también aseguró el boleto a la Súper Ronda con su última victoria 5-0 a costa de República Dominicana. Los asiáticos solo esperan por el último pasajero a la próxima instancia. De pasar Dominicana, irían con balance parejo (1-1), pero de avanzar Cuba terminarían con par de reveses.
Ahora bien, antes del partido entre cubanos y dominicanos, las mayores opciones de clasificar las tiene, a todas luces, el cuadro de la Mayor de las Antillas. Una victoria de los dirigidos por el otrora receptor Eriel Sánchez constituiría la clasificación automática a la venidera fase. Incluso, un éxito quisqueyano aún no los eliminaría e invocaría a las matemáticas del veleidoso Pitágoras.
Para colarse entre los seis mejores equipos, República Dominicana tendrá que ganar por cuatro o más carreras. Una pizarra más cerrada no les servirá de nada, pues cayeron por cinco con Taipei, mientras Cuba derrotó a estos por una anotación.
La clave para los cubanos radica en levantar su ofensiva y ganar el partido. Un desafío de batazos podría facilitar una combinación de la cual no los salvaría ni el mismísimo Pitágoras.