Numerosas personas preguntan acerca del comienzo de la próxima Serie Nacional de béisbol, y la respuesta es siempre idéntica: solo lo determinará la situación epidemiológica del país.

Qué más quisieran los federativos y peloteros con sus respectivos cuerpos de direcciones que iniciar la temporada, pero solo una muy baja o ninguna porción de infectados podría darle rienda suelta a la fiesta deportiva del pasatiempo nacional.

 

 A propósito de ese tema, no son pocos los que consideran que le será difícil a Granma revalidar su título por la ausencia de varios de sus principales peloteros por diversas causas.
 No es tan así, porque en diversas oportunidades, sin Lázaro Blanco y Alfredo Despaigne, sus principales caballos de fuerza, lograron clasificar y discutieron el banderín, conquistado en tres ocasiones en el último decenio.
 No será igual, claro, tendrán que batallar duro, muy duro, pero que nadie descarte a los Alazanes campeones.
 Por su parte, los Cocodrilos yumurinos tendrán nuevas opciones de discutir el primer lugar pues cuentan con un soberbio cuerpo de lanzadores compuesto por derechos y zurdos.
 Sin dudas, los Saurios estarán entre los favoritos desde que comience la contienda 61, la que, según Ricardo Eizmendi, director técnico de la Comisión Nacional de Béisbol, contará con 75 juegos para cada seleccionado, por el sistema de todos contra todos, e incluye cuartos de final, semifinal y final. O sea, la justa será similar a la anterior.
 Cuando se determine el inicio de los entrenamientos, estos se extenderán a ocho semanas para la preparación física y técnico-táctica.
 En la fiesta de la segunda etapa se espera contar de nuevo con Cienfuegos, Santiago de Cuba, Camagüey, Pinar del Río, Industriales y Las Tunas, además de Granma y Matanzas.
 Pero del dicho al hecho va un largo trecho, y como ocurre regularmente, pueden existir sorpresas desde el inicio de la campaña, lo que siempre repercute en beneficio de la SNB, pues estos “eléctricos”, por lo general, aportan al menos emociones y sustos, lo que representa más disfrute para la afición.
 Por lo pronto, esperemos a ver si la covid-19 sufre un golpe definitivo con nuestras vacunas y nuestro personal de Salud y demás contribuyentes salen airosos en su batallar por la vida. (Por: Dagoberto Arestuche)