El francés Karim Benzema se alzó con el balón de oro; una distinción que lo ubica dentro de las leyendas del fútbol a nivel mundial.

»Todos los jugadores soñamos de niño con el Balón de Oro, por supuesto yo también»; esas fueron las palabras pronunciadas meses atrás por Karim Benzema al terminar la liga y ser consciente de que era un gran candidato para ganar el premio.

Hoy ese niño soñador tiene 34 años y su nombre esta dentro de la exclusiva lista de los mejores futbolistas del mundo. Para un trofeo que genera tanta pólemica año tras año es increíble con la diferencia con que venció el francés.

 Sencillamente nadie era más digno que él para recibir la distinción y así lo ratifican sus números; gracias a ellos es hoy un miembro más del Olimpo del Fútbol; una leyenda viviente del más universal de los deportes.

 Sin embargo los más llamativo es el hecho de que años antes nadie se hubiera aventurado a decir que algún día Benzema obtendría el Balón de Oro por miedo a ser tildado de loco.

Su carrera siempre ha sido golpeada fuertemente por las críticas,por las comparaciones y los prejuicios; Benzema siempre estuvo opacado por la sombra de otros, siempre antepuso los intereses del Madrid a los suyos.

Sin embargo los fallos y todo lo malo ya es historia, pero sería injusto no valorar que Karim nunca se dió por vencido, que siempre mantuvo la calma mientras esperaba el momento preciso, el instante en que pudiera demostrar su valía.

 Lejos de ser un talento innato cómo Leo Messi, Benzema es fruto del sudor, del sacrificio y de la resiliencia; es la prueba de que por muy duro que sea el camino, rendirse no es una opción.

»Todos los jugadores soñamos de niño con el Balón de Oro, por supuesto yo también»; esas fueron las palabras de aquel niño, que hoy, siendo hombre en el ocaso de su carrera hizo realidad sus sueños.

(Por Carlos Javier Prado Porcena)