Caracas, Venezuela. —La sensación de que Hugo Chávez vive en su pueblo, penetró en el equipo de beisbol que representó a Cuba en la 65 Serie del Caribe, finalizada en esta capital.

«En todas partes he visto que los venezolanos no hablan de su futuro sin mencionar a Chávez, es algo bonito». Similares a la de Andrés de la Cruz son las emociones confesas de compañeros suyos.

A juzgar por los comentarios, la atmósfera de inmortalidad se hizo más fuerte en ellos, cuando estaban en el Cuartel de la Montaña; llegaron para rendirle tributo al refundador del proyecto bolivariano.

Primero recorrieron la instalación, después escucharon pasajes de la niñez, la juventud y la vida de Chávez, y supieron que el beisbol fue pasión temprana de quien por reivindicar a su pueblo apartó un sueño de Grandes Ligas.

Junto al sarcófago que guarda los restos del Comandante Eterno pasaron silenciosos los atletas cubanos antes de presenciar el cambio de la guardia de honor; impresionante la ceremonia.

«La presencia de Chávez uno la nota desde que pisa tierra venezolana», narró Carlos Martí, «se manifiesta en las calles, dentro y fuera de los estadios, en todas partes, a toda hora. Pero la impresión es más fuerte aquí, donde reposa Chávez; imposible no emocionarse frente a todo lo que encierra este sitio, me parece importante que nuestros jóvenes hayan venido».

Dagoberto Rodríguez Barrera, nuestro embajador en este país, acompañó a los integrantes del equipo de beisbol de la Isla en el homenaje al Mejor Amigo de Cuba.