Montículo del estadio Victoria de Girón. Foto: Raúl Navarro González.

Cuando comenzaba la 62 Serie Nacional con toda la incertidumbre que la rodeaba, el equipo matancero se perfilaba como uno de los favoritos, pero las principales dudas giraban alrededor del montículo. Lógicamente, por varias ausencias en su staff, una de ellas muy sensible por el rol de abridor y por la calidad del jugador, y me refiero, claro está, al zurdo Dariel Góngora, quien por decisión personal regresó a la nómina de su Camagüey natal. Otros partirían pronto a cumplir sus compromisos fuera del país, como es el caso de Yamichel Pérez y Yoannis Yera. 

De esta forma, la tarea de los entrenadores quedaría encaminada a centrar la responsabilidad en los jóvenes que, aunque no fueran novatos, no habían tenido el peso de llevar al equipo a planos estelares. 

Desde la etapa preparatoria los profesores Lázaro Garro, Jonder Martínez y Guillermo Tortoló lograron engranar un colectivo variopinto, que hoy mantiene a los Cocodrilos entre los primeros de la tabla de posiciones. 

Al frente de todo lo que ocurre en la lomita está Jesús Salgado, quien comentó en exclusiva para Girón sus impresiones acerca de lo alcanzado hasta el momento. 

«Nos dimos a la tarea de suplir las ausencias y conservar la calidad del pitcheo matancero. Entre los cuatro profesores nos concentramos en aportar a los jóvenes nuestros conocimientos, pues tenemos mucha experiencia en el área con exjugadores como Jonder, también el caso de Garro, que viene trabajando desde hace tiempo con nosotros.

«Los muchachos han respondido bien, algunos son jóvenes, otros no tanto en lo que se refiere al tiempo en el box porque han estado en el equipo por varios años, pero habían tenido pocas posibilidades. 

«Les tocó este momento clave y ese fue un trabajo que se realizó desde el punto de vista psicológico también, lo asumieron con responsabilidad y lo han hecho bien hasta hoy».

Manteniéndose entre los 8 primeros en lo que va de campaña regular, no es descabellado pensar que Matanzas puede aspirar a la segunda ronda e, incluso, discutir la corona, pero el profesor Salgado prefiere ser reservado al abordar el tema.

«Esto es juego a juego, ir venciendo dificultades y ganar la mayor cantidad de partidos. Lo que sí puedo decir con certeza es que no vamos a dejar de trabajar y estamos enfocados en hacerlo mejor en cada oportunidad. 

«Le insistimos a los muchachos que es su trabajo, para hacer frente a los contrarios y obtener las victorias».

No solo a las ausencias tuvieron que enfrentarse los yumurinos, también a un calendario agotador y más que complicado para la rotación de pitcheo y la idea de que cada cual haga su función. 

«Hemos tratado por todos los medios de no afectar el bullpen, mantenerlo lo más intacto posible apegándonos al plan, de igual modo los abridores, aunque algunos de ellos han tenido que asumir de relevo en algún momento para retener una ventaja que tenemos en la mano y en ese instante son idóneos para la tarea. 

«No obstante, de manera general conservamos a los abridores en su día con su rotación, respetando el descanso y el bullpen igual, cada uno sabe lo que le corresponde en las distintas situaciones de juego.

«Los más jóvenes esperan su oportunidad de brillar y de demostrar el talento, mientras que los de más experiencia llevan el peso mayor en este campeonato. Creo que lograr ese balance nos ha conducido a lo que somos hoy».

Varios nombres resaltan entre los más destacados, encabezando la lista Naikel Cruz, quien es uno de los lanzadores que mejor lo ha hecho en la etapa clasificatoria que se encuentra ya en su recta final.

En el último juego disputado en el estadio Victoria de Girón, el zurdo yumurino lo hizo de manera extraordinaria, caminando toda la ruta en la cual apenas le pegaron 3 imparables. 

«Agradezco al cuerpo de dirección, ante todo, por darme la oportunidad de ser abridor y así tener una gran responsabilidad en el juego. Estoy basándome en el control y variando mis pitcheos. Marcar siempre».