El deporte en Cuba, más cubano y solidario en contingencias

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“Todos los deportistas de este país estamos contigo, Matanzas”, expresó Mijaín López en aquel momento cuando el deporte cubano brindó su apoyo al pueblo matancero ante el incendio.

Por estos días, como consecuencia del silencioso e implacable tiempo, Matanzas cumple un aniversario, pero no se trata de uno agradable ni que evoque buenos recuerdos; este viene con la pena, el dolor y la melancolía de la mano, y es de esas fechas que nadie quisiera tener que vivir.

Este 5 de agosto se conmemora el primer aniversario del fatídico incendio de grandes proporciones en la Base de Supertanqueros de Matanzas. Hace 12 meses  de aquella colosal catástrofe que puso en vilo a la ciudad y a toda Cuba; días donde el cielo yumurino y el corazón del cubano estuvieron partidos por una enorme columna de humo negro.

En aquellas fechas, Cuba entera estuvo pendiente de lo que sucedía y nuevamente afloró una de las mejores cualidades de nuestro pueblo: la solidaridad. Muchos fueron los actos altruistas que llegaron a Matanzas provenientes de todas partes, en medio de la contingencia, dentro de los cuales el movimiento deportivo cubano brindó su apoyo al pueblo matancero desde el inicio.

Atletas de diversas disciplinas del deporte alzaron sus voces de acompañamiento fraterno.

“Todos los deportistas de este país estamos contigo, Matanzas”, expresó en aquel momento el tetramonarca olímpico de lucha grecorromana Mijaín López. “Nuestro país está pasando por una difícil situación. El incendio de Matanzas se rehúsa a dejarnos; pero la fortaleza de nuestro pueblo, nuestras ganas de salir adelante, nuestra cubanía, nuestra solidaridad, son mayores”.

“Hemos recibido ayuda de países hermanos, pero vale resaltar el heroísmo de nuestros bomberos, que hasta el último instante lo han dado todo en el deber cumplido. A ellos, a los que prefieren permanecer en el anonimato, a los que de una forma u otra han apoyado cada segundo de estos acontecimientos: gracias”.

Como estas palabras del capitán de la selección cubana de voleibol, Robertlandy Simón, se vieron desde emotivos mensajes hasta contribuciones materiales: por ejemplo, la que realizó la comunidad de la Universidad de Ciencias de la Cultura Física y Deportes Manuel Fajardo de la capital, institución que envió a la zona afectada dos donativos destinados a los evacuados, alojados en la Universidad de Matanzas Camilo Cienfuegos.

Eduardo Parreira, capitán del equipo de béisbol sub-23 e integrante de los Cocodrilos de Matanzas, que también estuvieron presentes en la Universidad Camilo Cienfuegos asistiendo a los evacuados, declaró a Girón: “Recuerdo la tensión y la preocupación que sentíamos, estábamos jugando por esos días el campeonato nacional sub-23 y desde el Hotel Canimao se podía observar todo aquel panorama. Era imposible entrenar así, vivimos pendiente a eso y tuvimos que suspender dos partidos.

“Fueron días muy difíciles, todos estábamos muy preocupados y en la medida de lo posible mandamos mensajes de aliento al personal que estuvo luchando en la Base”,  declaró a Girón.

El ex saltador y recordista mundial Javier Sotomayor, el Príncipe de las Alturas en aquel entonces, donó insumos a las fuerzas del orden que combatían el siniestro.

“Mi ciudad es golpeada por la incertidumbre y el dolor provocado por la catástrofe en los tanques de almacenamiento de combustible. Era mi deber cumplir con esta acción. Nací aquí y aquí me formé como deportista, otra cosa no podía hacer. Tenía la necesidad de aportar mi granito de arena”, expresó el dueño del primado universal de 2,45 metros aún vigente.

Los cubanos no somos, como se dice, de quedarnos de brazos cruzados y así lo reafirmó el sector del deporte en gran medida el pasado agosto. (Por: Carlos Javier Prado Porcena)