Incrementar el área de exposición solar en más de 4 mil metros cuadrados forma parte de las acciones de mejoramiento del frente de playa en el Hotel Grand Memories Varadero.
Varias entidades matanceras colaboran en este accionar, entre ellas la Empresa de Inversiones GAMMA, encargada de la realización del proyecto en estrecha colaboración con el Centro de Servicios Ambientales de Matanzas (CSAM).
Ejecutado por la Brigada BCOI No. 28 y con el apoyo de trabajadores de la instalación turística, el trabajo se enmarca en el área de la duna y la postduna dañada por los embates de los eventos meteorológicos extremos.
“Una de las consecuencias nefastas del cambio climático sobre las playas y zonas costeras en general es la erosión creciente e irreversible. Además, podemos citar también la pérdida de superficie por el aumento paulatino del nivel medio del mar, que según cálculos actualizados en el macroproyecto rectorado por el Instituto de Geofísica y Astronomía (IGA) para el 2050 será de 29 cm y para el 2100 de 95 cm.
«Asociado a ello se encuentra la formación con mayor frecuencia e intensidad de eventos meteorológicos extremos y la disminución de las fuentes naturales de producción de arena, entre otras”, explica el Lic. Daniel Jesús López Delgado, especialista de la División de Manejo Integrado Costero del Centro de Servicios Ambientales de Matanzas.
La inversión ejecutada por la Delegación provincial del CITMA en Matanzas beneficia el área de explotación de la playa del hotel. Desde el punto de vista natural la zona cuenta con acciones de reforestación con plantas propias del medio costero y un diseño del perfil de playa que permite mitigar la erosión ante sistemas meteorológicos extremos.
«El creciente e irreversible aumento de la erosión en las costas cubanas ha traído como resultado el deterioro de los diversos ecosistemas costeros, y en el caso de las playas se muestra fundamentalmente en la pérdida del sedimento arenoso, lo que disminuye su área emergida.
«Este fenómeno influye de forma negativa en la conservación de los baluartes naturales de la zona costera y también perjudica notablemente su explotación, acorde con que el turismo de sol y playa sea nuestro principal atractivo», comenta el Lic. Daniel Jesús López Delgado, especialista de la División de Manejo Integrado Costero del Centro de Servicios Ambientales de Matanzas.
Gracias al empleo de la ingeniería convencional, la reconstrucción de la topografía dunar se realiza mediante el aporte de arena con maquinarias desde una zona de préstamo fuera del área de trabajo.
Este sistema es utilizado generalmente en la reconstrucción de cordones dunares arrasados por temporales excepcionales, y también en áreas costeras donde las infraestructuras han sido demolidas o cuando se modifica el medio con el desplazamiento de la duna hacia tierra en busca de una solución que ayude a mitigar el proceso erosivo y haga más estable ese sector de la playa.
López Delgado plantea que los plazos de mantenimiento de las obras ingenieras en la playa se definen según su tipo y las condiciones ambientales donde se encuentren. En este caso es una obra diferente y su mantenimiento posterior debe realizarse mediante vertimientos de área por mar en periodos que oscilan de 5 a 10 años.
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