b9.jpg
b9.jpg
previous arrow
next arrow

Dólar a contrapeso

Inicio desactivadoInicio desactivadoInicio desactivadoInicio desactivadoInicio desactivado
 
Valoración:
( 0 Rating )

El otro día en Facebook di con el meme que mejor sirve para explicar el impacto que tiene el valor del dólar en nuestro país, aunque es perfectamente aplicable a medio continente. En la secuencia de imágenes que armaban el chiste, se veía a un joven que se levantaba temprano todos los días a trabajar como un mulo, con el único fin de comprarse un celular.

Desde el primer recuadro, el joven realiza la conversión de lo que cuesta lo que desea de moneda nacional a dólares y asume que deberá trabajar una cantidad específica de tiempo para alcanzarlo, vamos, lo que se llama “ahorrar” de toda la vida.

El remate de la historia es que en cada imagen el valor del USD respecto al CUP aumenta, y el joven se va desmotivando, hasta que en el último recuadro decide que no vale la pena tanto trabajo.

Este meme representa a grandes rasgos una de las distorsiones económicas que atraviesa nuestro país desde los últimos compases de la pandemia de la covid-19 y los inicios de la Tarea Ordenamiento. Ante una inestabilidad en la oferta de productos y servicios, llegó el dólar a marcar los precios de referencia.

Al punto de que lo que en un momento fue una cuestión formal respecto a las importaciones, en que la ganancia se sacaba por encima del valor de los dólares que se invirtieron en el producto, pasó a ser en poco tiempo una especie de ley general por la cual regirse, hecho especialmente nocivo al tener en cuenta que dicha tasa de cambio está deformada completamente y fluctúa en favor de los intereses de quienes compran y venden divisas.

El problema radica en que millones de cubanos no tienen acceso a monedas extranjeras, y para poder adquirir bienes y servicios que se oferten en las “monedas duras” deben cambiar sus pesos, lo cual termina por legitimar y reproducir esta especie de economía paralela.

Si tomamos nota del resultado de las transformaciones económicas aplicadas en nuestro país en los últimos años, sacamos en limpio que ni subir los salarios ni fijar los precios ha resuelto el problema. Lo primero ha agravado la inflación y lo segundo ha trasladado los productos al mercado negro, donde a la larga, se ha elevado su coste.

La solución más lógica consiste en apostar por la producción nacional. Mientras más cadenas productivas seamos capaces de crear libres de importaciones y del gravamen del valor simbólico de las divisas, más valoraremos la moneda nacional.

Aunque, como es lógico, esto no es algo que se logre de la noche a la mañana ni mucho menos, es un proceso que requiere reinventarnos y enfocar los recursos y las fuerzas productivas allí donde sean más necesarios.

La deformación de la tasa cambiaria convierte el ahorro en un acto de fe y provoca que los bancos no capten dinero de forma efectiva. Sin embargo, en la práctica, lo que más se devalúa son las horas trabajadas en comparación con los bienes que adquirimos, y con ello se difumina, cada vez más, la línea de la vulnerabilidad.

Poder en un clic

Desde el Gobierno depositamos nuestra atención en este soporte que, mediante la participación ciudadana, deberá convertirse en una herramienta para la gestión, interacción y diálogo social. Ponemos a su disposición las primeras encuestas de esta sección, cuyo objetivo es evaluar el estado de opinión general con respecto al Portal.

Agradecemos su participación.

¿Cómo evalua el portal del ciudadano?
De estos organismos, ¿cuál ha sido más eficiente en dar respuesta?
A su juicio, nuestra prioridad de trabajo con el portal debería enfocarse en: