En el recién concluido proceso de asambleas de discusión del Plan de la Economía y el Presupuesto para el presente año 2024, sobresalieron numerosos planteamientos medulares entre la membresía obrera, como la falta de materia prima y materiales para enfrentar el reto en los sectores productivos industriales y agrícolas sobre todo, e inconformidades con el pago de utilidades y de reparación de viviendas.

Otros temas también suscitaron amplios y profundos debates en los colectivos de trabajadores, como
desigualdades en los sistemas de pago, incluso entre iguales funciones en diferentes entidades, y el obsoleto estado actual del parque de equipos automotores que limitan una labor de mayor calidad y
eficiencia, así como la falta de partes y piezas de repuestos.

Por último, entre las adversidades planteadas en las asambleas de afiliados y representantes se hallan la
carencia de material de oficina y de equipos tecnológicos.

Durante el periodo se desarrollaron 3 786 asambleas de afiliados, las previstas de inicio, con la asistencia
de 139 150 afiliados provenientes de los 14 sindicatos de la provincia, y de representantes se materializaron las 270 programadas, con 12 990 concurrentes.

La información brindada por Alexis Martín Ferrán, funcionario de la esfera Económica de la CTC Provincial en Matanzas, precisa que todos los sindicatos a igual instancia, tanto en afiliados como en representantes, cumplieron con la realización de las asambleas, no así en participación física.

Se exceptúa al gremio de Civiles de la Defensa, cuyas asambleas, por razones obvias, no se contabilizan
en este resultado, pero que, por lo general, cumplen, analizan y debaten acerca del plan económico y
presupuesto con la calidad y eficiencia que los caracteriza.

Otro llamado de alerta de marcada importancia está relacionado con la insuficiente participación en este
proceso, como en los anteriores, de los cuadros administrativos y de organismos superiores, pues no todos asisten con la disciplina que se necesita, pese a la importancia que tiene conocer qué ocurre en las
industrias, talleres, comercios, almacenes, centros hospitalarios, educativos, etc, desde la base y, sobre
todo, escuchar los planteamientos de los obreros.

No hay dudas de que a pesar del trabajo realizado por quienes corresponde para que las asambleas
tuvieran la calidad exigida y necesaria, estas ausencias, por cualquier motivo, empañan su calidad, cuando
son vitales, decisivas, para conocer por dónde anda el país en no pocos asuntos, como los laborales,
materiales, financieros, salarios, disciplina, administrativo y, sobre todo, con qué se cuenta para llevarlo
adelante en medio de un cada vez más férreo bloqueo norteamericano, y con carencias de todo tipo.

Es en estas asambleas donde se conocen muchos problemas, y se hallan no pocas soluciones o, al menos,
se brinda la información oportuna y adecuada al trabajador, base sólida e insoslayable de cualquier reto,
por pequeño o grande que este pueda ser para decidir el futuro inmediato de la nación.