La ilusión de mi «Nené»

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“¡Quién sabe si hay una niña que se parezca a Nené!” Pero mi «Nené», que también es un poco traviesa, tiene ocho años y ya va a comenzar el lunes tercer grado. A hacer dulces es a lo que más le gusta jugar a ella y aunque a su vez prefiere las muñecas, también le encanta la escuela.

A mi pequeña Libni nada le causa más ilusión por estos días que empezar el nuevo curso escolar. Todo parece muy raro -me dice- porque estaré el viernes aún en segundo, pero el lunes ya comenzaré tercer grado.

Sin embargo, a ella no le emocionan por ahora las vacaciones. Después de tantos meses en casa y regresos al aula interrumpidos por el número de contagios, la escuela se ha convertido en uno de sus lugares preferidos.

Pintaron el aula, mamá -repite con alegría y sus ojos reflejan un mar de asombros. Sabe que son tiempos difíciles y valora aún más cada gota de esfuerzo.

¿Cómo serán las maestras? ¿Nos enseñarán Inglés? -pregunta mientras ayuda a forrar las libretas. Busca luego el diccionario y La Edad de Oro, dos libros que le acompañarán siempre a partir de tercer grado.

Libni cuida mucho sus libros, sabe que «un libro bueno es lo mismo que un amigo viejo», como dijera Martí. Sabe también que «los niños nacen para ser felices» y ¡cuánta felicidad siente ella al descubrir algo nuevo!

El lunes mi querida «Nené» comenzará tercer grado. Darle la mano camino a la escuela, pero también allí frente a sus logros o retos, será la mejor forma de decirle cuánto la quiero y cuánto orgullo sentimos su papá y yo en  cada paso de su aprendizaje.