Un sueño de más de cuatro décadas ha visto la luz recientemente en la Universidad de Ciencias Médicas de Matanzas (UCMM). La consagración de un grupo de especialistas y profesores ha hecho posible que hoy pueda conocerse la historia de la evolución de la especie humana a través de huesos, cráneos y otras piezas diferentes y únicas.

El pasado 23 de junio quedó inaugurado, con la presencia del ministro de Salud, José Ángel Portal Miranda, el Museo de Anatomía Humana y Antropología Física, espacio que distingue a la casa de altos estudios y refuerza el vínculo entre la docencia y la investigación.

LOS ORÍGENES

Desandar las ordenadas y pulcras salas del nuevo inmueble, mientras se observa cada fragmento, hace pensar en el tiempo dedicado a la conservación, en la agilidad de las manos que trabajaron cada uno de ellos para que podamos apreciarlos y en los millones de años de evolución de una especie que hoy hace posibles maravillas como este espacio.

A Katia Guisado Zamora, jefa del colectivo de Anatomía Humana del centro docente, siempre le gusta recordar que todo cuanto hay en el local surgió a partir de la idea primigenia de Gumersindo Suárez Surí y su esposa Olga González De La Nuez, referentes en esta profesión y quienes, a su juicio, han transmitido a las nuevas generaciones los conocimientos y el amor por esa ciencia.

Tampoco hubiese fructificado el anhelo sin el desvelo y esfuerzo del colectivo de profesores de Anatomía, que contribuyeron con la preparación de todas las piezas de valor expuestas aquí. No en balde la inauguración del recinto estuvo dedicada al aniversario 50 de la docencia médica en Matanzas y a los 40 años de la creación del Departamento de Morfología en la UCMM.

“Su necesidad parte de lo urgente que es para la docencia disponer de un lugar donde se expongan piezas diferentes y únicas, con trabajos de disección y de búsqueda de variantes anatómicas no frecuentes, para mostrarlas a los estudiantes”, añade Sandra Bahr Ulloa, profesora de Anatomía Humana de la institución. 

Con referentes en la Universidad de Ciencias Médicas de Villa Clara, donde se encuentra un museo anatómico de pequeñas colecciones universitarias, existentes en la Facultad Calixto García de La Habana y en otras facultades de Medicina ubicadas en hospitales, se dieron a la tarea de recopilar información y experiencia, para confeccionar uno con características similares.

“Las universidades del mundo cuentan con espacios de este tipo y en este caso tratamos de conformar una colección universitaria. El ingreso de los jóvenes en una nueva versión de la especialidad de Ciencias Básicas ha establecido una infraestructura de carácter moderno y cubano.

“No emula a los grandes museos anatómicos, sino que pretende presentar las colecciones hechas con anterioridad y las realizadas por las nuevas generaciones, a partir de trabajos con los estudiantes de Osteotecnia, y con los residentes y especialistas en cuya formación hay asignaturas asociadas a la preparación de piezas museables”.

Para el completamiento de las muestras, han recibido aportes de biólogos que forman parte del equipo de expertos del Museo Palacio de Junco, especialistas en antropología física y médicos legistas que han enriquecido el sitio.

EL PATRIMONIO

La conservación y difusión del patrimonio anatómico, con valor antropológico para ser mostrado en función de la docencia, la investigación y de la extensión universitaria a la sociedad, es el propósito del museo, que por el momento abre sus puertas a un público especializado. 

Accederá el público general cuando se incorpore al sistema de patrimonio de la colección de museos de Matanzas. De momento, solo lo hará personal vinculado a las carreras de Medicina, Enfermería y Ciencias de la Salud. También se planificarán visitas docentes e investigativas con los profesores de la universidad, así como los trabajos de extensión universitaria y formación vocacional con los preuniversitarios.

“Pueden ser apreciadas variantes anatómicas, tanto de animales como del hombre, y sus aplicaciones a la ortopedia, la medicina legal y la antropología física, para la identificación humana. Ello permite su inserción como parte de los procesos de enseñanza y aprendizaje de los estudiantes de Medicina, de los especialistas en áreas quirúrgicas y otras afines a la Anatomía”, señala Bahr Ulloa.

El espacio, con un guion y una historia bien concebida, está compuesto por cinco secciones, repartidas en tres salas: Generalidades, Anatomía Humana y Antropología Física.

“Comenzamos en un primer salón, donde existen piezas de origen animal que recrean la anatomía comparada, o sea, el estudio de las semejanzas y diferencias en los organismos. Se pueden ver cráneos de gatos, perros, caguamas, carey, vacas, un esqueleto de jutía (animal autóctono), murciélagos, entre otros.

“A continuación hay una segunda parte, relacionada con el origen del hombre. Puede verse su evolución, como va pasando del australopithecus, al género homo, homo habilis, homo erectus hasta el cromañón, el neandertal y luego el origen del hombre como persona, desde la etapa en que es un feto.

“Después, hay una sala de anatomía humana bien específica, con una parte osteológica, de articulaciones, cerebro, corazón, riñones, y otro salón que es antropológico, donde el uso de todo lo aprendido de la anatomía se pone en función de la identificación humana. Allí se puede apreciar el dimorfismo sexual o la afinidad ancestral”.

En otras de las secciones, pueden observarse las diferentes patologías y los traumatismos, donde se exponen ejemplares con fracturas, osteoporosis, artrosis de las articulaciones. Culmina el recorrido en una parte dedicada a los tratamientos, donde aparecen fijadores con varillas, tratamiento a fracturas de caderas y fijadores externos.

Otra de las atracciones del museo es el área de radiología. Allí el público puede acceder al negatoscopio y ver imágenes de las placas, y al microscopio para la observación de células y tejidos.

Por primera vez, los estudiantes de la UCMM disponen de un Museo de Anatomía Humana y Antropología Física, sin dudas, una joya que, además de contribuir a su formación académica, servirá de referente a otros centros educativos del país y devendrá espacio para fomentar el amor y respeto hacia una ciencia desconocida para muchos.