A lo cual se une el mantenimiento constante de la institución, única en el país galardonada con el Premio de Restauración en el 2008 y recién el Premio de Conservación 2020, ambos otorgados por el Consejo Nacional de Patrimonio Cultural a Monumentos.
“Desarrollamos actividades referidas a la conservación de los bienes patrimoniales, a la investigación, control y rescate de los fondos museables, con vínculos con las personas tenedoras de objetos para enriquecer nuestras colecciones y especialmente con la Universidad de Ciencias Médicas, aunque ahora estén en las pesquisas y apoyando a las tareas de emergencia por la propagación de la COVID-19.
“Trabajamos con insistencia con los alumnos de la Escuela Latinoamericana de Medicina que radican en la provincia, quienes desconocen la historia de la farmacopea y la medicina cubanas. Hemos acogido graduaciones de especialistas, de grupos de egresados, como parte de los nexos que existen entre ambas instituciones.”
“Este año, por las restricciones epidemiológicas no hubo desfiles, pero de todas formas ondeó nuestra bandera cubana desde nuestro balcón.”
La otrora Botica Francesa, fundada en 1882 por la familia Triolet y convertida en museo en la década del 60 del pasado siglo, ostenta el Grado de Protección I y la condición de Monumento Nacional. Se incluye además entre los acreedores del Premio Excelencias Cuba por su labor como salvaguarda de la única farmacia de finales del siglo XIX que existe original y completa en el mundo.
Como reseñan los historiadores, destaca por su ubicación frente al parque de la Libertad, segunda plaza de importancia en la Atenas de Cuba. El edificio fue construido dentro de la línea ecléctica para su función de botica e inaugurado en 1882, propiedad del Dr. Ernesto Triolet. Funcionó así hasta el 16 de enero de 1964 y reabrió sus puertas como el primer museo farmacéutico de Latinoamérica el primero de mayo de 1964 hasta la actualidad.