Saldando deudas con el Hospital de Jovellanos

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El zumbido de taladros delata sin aún atravesar el umbral. Hacia el interior, materiales constructivos, andamios y un incesante ajetreo confirman las labores: una importante reparación y remodelación en áreas de servicio se acometen en el Hospital «General Pedro Betancourt», de Jovellanos

Mejoras en sus salas, así como un local habilitado para el descanso de familiares de los pacientes de terapia, son algunas de las buenas nuevas de esta institución de Salud.   

“¡Ya era hora!”, dice alguien. “¿Terminarán esta vez?”, se cuestiona otro. Y es que con la institución se tienen deudas de casi 20 años. Por esa fecha se comenzó un proceso de ampliación, paralizado por razones económicas y otros factores. Lo que se había pensado como un cuerpo de guardia confortable quedó en ruinas por dos décadas, deteriorándose ante los ojos de muchos.

Sin embargo, desde la etapa de la covid-19 en adelante, parece ser otra la suerte de la institución creada en 1928 y que beneficia a más de un municipio, teniendo en cuenta la condición de hospital territorial.

SALDANDO DEUDAS

A Ramona Abeledo no le salen las palabras. Tener a su esposo de toda una vida en terapia, descompensado de sus enfermedades crónicas, le oprime el pecho. Es un dolor que nada mengua, pero al menos ella está en un lugar confortable. 

“No me puedo quejar de las atenciones”, comenta en medio de su angustia. Lo que quizás no sepa la longeva acompañante es que está disfrutando de uno de los más recientes logros de la institución.

Local para familiares de pacientes graves

“Inauguramos algo que era un sueño en este pueblo”, refiere Alejandro Recio Rojas, director del hospital. “Todos los familiares que tenían pacientes en terapia dormían a la intemperie: cogían sol, serenos, se mojaban…

Área donde dormían familiares de pacientes graves

“Nos propusimos este año terminar un cuarto para que estos familiares descansen en él. Todavía nos falta ponerle algunas condiciones. Pero ahí tienen asientos, taquillas y hasta un baño”.

Local para familiares de pacientes graves
Local para familiares de pacientes graves.

La reparación del área del archivo es otro sueño cumplido. “Estaba en muy mal estado; o sea, que todos los documentos y todas las historias clínicas eran proclives a mojarse y deteriorarse. Ya hoy están en mejor confort”, comenta José Enrique Manresa Cabrera, subdirector administrativo.

“La oficina de la vicedirección de enfermería tenía el techo de madera y tejas, muy antiguo, con muchas filtraciones. Ya eso se reparó.

“Se está remodelando la parte de rehabilitación, demandada por los pacientes que  requieren ese tipo de tratamiento aquí en el hospital. Hasta ahora se realizaba en la biblioteca, de modo que no teníamos local.

“Se le dio seguridad al área de la caja, donde se guarda el dinero, y se hizo una caja interna”, y mientras va señalando cada área, José Enrique deja escapar suspiros. Aún cree que sueña.

“Se logró rescatar la parte más antigua del hospital, que data de 1928. Hemos logrado concluirla y la debemos inaugurar en saludo al 26 de julio”.

UNA INSTITUCIÓN VALIOSA

Dicen que el Hospital «General Pedro Betancourt» fue “un cuartel general en tiempo de covid, el segundo que asumió todos los casos de la provincia y se creció ante las adversidades».     

Como hospital territorial, asume los municipios Pedro Betancourt y Jovellanos, con sus lugares adyacentes. 

El recurso humano está integrado por “cuatro ortopédicos, cinco cirujanos, proctólogo, anestesista, urólogo… Solo faltan las especialidades de neurología, neurocirugía e inmunología. El resto las tenemos”, refiere su director. 

“Lo más significativo del hospital hoy en día es que tenemos un índice de mortalidad reducido en la terapia intensiva. Una sala de terapia con cuatro camas, y un índice ocupacional de más del 90%”.

Al igual que la sala de terapia, la de Pediatría se mantiene confortable, con sus 12 capacidades. 

A su entrada, un identificador visual corrobora que el local es apadrinado por la UEB Suchel Jovel. La empresa recientemente remodeló la llamada “sala de estar” y se mantiene al pendiente del cambio de luminarias y otras misceláneas. 

“El hospital tiene aprobadas 100 camas, pero hasta el momento contamos con 77. Durante los últimos dos meses, el índice ocupacional ha estado por debajo de 40, lo que nos preocupa porque hay enfermedades que no pueden tratarse en casa”, comenta su director general, quien a pesar de estar convaleciente por una lesión en una de sus piernas no deja de chequear el funcionamiento interno, ni las inversiones que se realizan en la institución hospitalaria. 

SUEÑOS POR CUMPLIR

Sin dudas, una de los proyectos más anhelados por todos, pacientes y directivos, es la extensión del cuerpo de guardia, ese que estuvo dos décadas en ruinas y ya da señales de progreso.

“Se hacía algún trabajito extra, se botaban escombros, pero no había nada consolidado”, refiere Madelín Osorio Silveira, inversionista. “Ya está diseñado como proyecto. El cuerpo de guardia actual está en bastantes malas condiciones, se filtra el techo y no cumple con el flujo del hospital. La ampliación es una necesidad”.

“Este año es el que más hemos avanzado”, confirma el director de la institución. “Nos asignaron un presupuesto de 3 millones 500 mil pesos, y ya hoy está ejecutado. 

“Estamos coordinando con el Gobierno para que nos reincorporen otro presupuesto para terminar esa parte del hospital, que va a ser muy importante. Vamos a diseñar un banco de sangre, ya que es muy pequeño el del hospital. Ahí vamos a hacer un cuerpo de guardia, con todas las consultas,  y un preingreso con condiciones, pues el que tenemos ahora no cumple con todas las condiciones. 

“Esperamos, con un poco más de presupuesto asignado, que este año terminemos esa obra”.

Entre los propósitos por cumplir, no quedan solo los vinculados a las mejoras en el inmueble. Para Alejandro Recio Rojas, una cuenta pendiente, y en su opinión, el principal reto, es “lograr reabrir el servicio de ginecobstetricia, el pueblo lo necesita”.

“Hoy hay un déficit general de recursos humanos en la provincia. Pero nosotros esa idea nunca la vamos a desechar, seguiremos luchando para que las mujeres de Jovellanos den a luz en Jovellanos, y estamos haciendo todos los esfuerzos en función de eso”.

Y así, enfocados en metas, y sin dejar anhelos atrás, se superan obstáculos y una a una se saldan las deudas con el Hospital «General Pedro Betancourt”, de Jovellanos.

Un regalo merecido no solo para quienes son receptores de sus servicios, sino para aquellos que, con ahínco, no frenan en su indetenible misión de salvar vidas.

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