Cuando la semana pasada el periódico Escambray mencionaba la presencia de un caso de transmisión importada de Paludismo en Sancti Spíritus, las alarmas se dispararon por la entrada de la enfermedad al país. 

Para ahondar en la situación epidemiológica, Girón conversó con el doctor Amancio Martínez Morejón, subdirector del Centro Provincial de Higiene y Epidemiología de Matanzas, quien es, además, máster en Salud Ambiental. 

—El paludismo es una enfermedad que en Cuba está eliminada desde hace años y, por lo tanto, no es un problema de salud; aunque sí se tiene control de los criaderos del Anopheles, vector que la transmite. 

—A toda persona cubana o extranjera que visite nuestro país de áreas endémicas de paludismo (por ejemplo todos los cooperantes que cumplen misión internacionalista) siempre se le hace chequeo, control en la fuente y se le debe dar seguimiento por el consultorio del médico de la familia. Si el paciente ya terminó la misión, el seguimiento es por dos meses seguidos. En caso de ser un extranjero que presenta un cuadro febril, se estudia. Puede ser que exista algún caso importado pero se tratan a tiempo.

“Los que sí representan un problema y las personas no les prestamos la atención debida son los focos de Aedes Aegypti y a los casos con sospechas de dengue”. 

—En cuanto al Aedes, ¿cómo se ha manifestado la presencia de focos en los últimos meses?

—El pasado año tuvimos áreas con un incremento. En lo que va de 2024, hemos detectado más de 1 000 focos en los diferentes municipios. 

“El índice de casa debe estar en 0,05 para que no exista transmisión del vector, principalmente de la hembra hacia las personas susceptibles (sanas con riesgo a contagiarse de la enfermedad). Hay municipios que aumentan, como Calimete, Unión de Reyes, Perico y Los Arabos, donde el índice de casa está en 0,48; y otros que están por encima. Esto quiere decir que los mencionados, más Cárdenas, Colón y Matanzas, son los que pueden tener sospechas de casos de dengue.

“No hemos tenido dengue con signos de alarma, solo el pasado mes: dos de Calimete que fueron ingresados en el hospital de Colón, pero que evolucionaron bien.

“Los focos sí son preocupantes, sobre todo porque aún no ha empezado el período lluvioso, ni el verano, que es cuando aumentan las temperaturas y la humedad relativa y, por ende, el alza de vectores, y no hablo solo de mosquitos, también de moscas, cucarachas y roedores. En esa época aparecen, asimismo, enfermedades digestivas”.

—Doctor, ¿pudiera remarcar cuáles son los signos de alarma cuando se sospecha de dengue?

—Pueden existir petequias, equimosis, (coloraciones que se observan en la piel), sangramiento gingival cuando uno se cepilla la boca, también sangramientos genitales, uretral, vaginal y rectal, dolores abdominales, vómitos o fiebre persistente. Cuando se presenta esto, el médico tiene que actuar rápidamente e ingresar al paciente si fuese necesario para hidratarlo y tomar otras medidas higiénico-sanitarias.

—En el caso de las infecciones respiratorias agudas (IRA) en la provincia, ¿cómo se comportan?

—En el 2023 las IRA no fueron un problema en la provincia, tampoco lo son en lo que va de año. No hubo fallecidos ni casos graves de covid-19. Sí tenemos un incremento, pero principalmente de Sincitial Respiratorio (enfermedad viral común que por lo general causa síntomas parecidos al resfriado, pero que puede provocar infecciones pulmonares graves, especialmente en bebés, adultos mayores y personas con problemas médicos serios).

“Hay que mantener las medidas higiénicas: si usted va a un lugar con aglomeraciones, como ómnibus o instalaciones de Salud Pública (ya sea un consultorio médico de familia o una sala de rehabilitación), debe usar la mascarilla y lavarse las manos tantas veces sea necesario.

“Se mantiene la vacunación a nuestras embarazadas, para que a través de la placenta transmitan inmunidad. A los infantes que arriben a la edad de dos años, se les pone su esquema con relación a la covid. En la etapa invernal se vacuna con antigripales y la del Sincitial Respiratorio, como ya se hizo en la provincia.

“Debe hacerse más caso a la prensa, sea periódico, televisión o radio; y evitar un poco las redes sociales, que a veces preocupan y estresan a la población”.

—Precisamente, las personas estaban preocupadas porque los últimos catarros no han sido “buenos”.

—Ningún catarro es bueno. Sentirse enfermo siempre es difícil. Pueden durar de 7 a 21 días y no se les pone tratamiento. Toda embarazada y niño menor de dos años se ingresa, por lo general, cuando tiene un cuadro bronquial o respiratorio, para evitar otras complicaciones. 

“Además, no se pueden comparar los países de África y América con el nuestro, porque Cuba tiene un nivel inmunitario de más de un 95 %. En las últimas semanas lo que hemos tenido aquí en Matanzas han sido cuatro casos de covid: dos en lactantes, una embarazada y un adulto de 60 años.

“Reitero, ni la covid ni el paludismo representan un peligro; lo preocupante son los focos de mosquitos. Hay que realizar el autofocal, sea en viviendas o centros laborales; buscarlos y eliminarlos. Todo paciente que tenga un cuadro febril debe acudir a su médico. Si se sospecha que está con un posible dengue, hay que hacerle una IgM para ver si es reactiva y actuar a tiempo”.