La educación sexual y los silencios más inútiles

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Educacion sexual

La educación sexual y los silencios más inútiles

Por. Amanda Tamayo Rodriguez

La Resolución No.16/2021, sobre la educación integral para la sexualidad, visibiliza tabúes y opiniones machistas que repercuten sobre la salud y los derechos sexuales de niños y adolescentes. Invasor propone una mirada desde Ciego de Ávila.

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Tienen razón. Hasta ahora casi todos hemos sido criados en familias con "diseño original", y sin que en la escuela se nos hablara de homosexualidad o género. Tienen razón. Los responsables de educar a los hijos son los padres. Así lo entendieron los de mi generación.

Por eso vamos a hacer un breve recorrido sobre lo que fue nuestra educación sexual, la de los que hoy somos adultos: 1) Nuestros padres no nos hablaban de violencia sexual. Pero los niños tocaban a las niñas por debajo de la falda, o la levantaban delante de todo el mundo. 2) Nuestros padres no nos hablaban de homosexuales ni transexuales. Pero a los niños gais (porque claro que había niños gais) se les decía "pajarito" o "mariquita". 3) Nuestros padres no nos describieron cómo era el coito. Por eso sus hijos adolescentes curioseaban en "videos porno" y se hacían ideas equivocadas. 4) Nuestros padres creían que las niñas eran demasiado inocentes para hablarles de placer y de consentimiento. Pero ellas tenían sexo con sus novios (a veces adultos), porque así los complacían.

Hablar de sexo con los niños era un tabú tan grande que evitándolo llegaron tarde y torpemente (si es que lo hicieron) a explicarnos lo que ya habíamos aprendido mal.

Entonces es lógico que ahora algunos de esos hijos no entiendan que haga tantísima falta la Resolución 16/2021 del Ministerio de Educación. Amenaza con "despertar un interés que no es necesario" en la infancia, según algún que otro comentario en las redes sociales en Internet. Sin embargo, el interés por la sexualidad es natural y temprano. Quienes lo niegan será porque no se acuerdan de haber sido niños.

En un futuro ideal y corto, maestros y maestras de todas las enseñanzas deben estar preparados para una educación integral de la sexualidad, por edades, en cuatro temas: género y diversidad, sexualidad y afectividad, salud sexual, derechos sexuales y reproductivos. La meta es formar habilidades psicosociales para la vida, en torno a la maternidad y paternidad responsables, la no violencia, el desmonte de estereotipos sexistas y discriminatorios.

La Resolución, y tres psicólogas avileñas consultadas por Invasor (Lic. Katya Roldán Contreras, Dra. Arely Ascuy Morales y Dra. Niria Castillo Arzola), coinciden en que conocer sus genitales y saber que son partes privadas no solo es normal, si no necesario para los menores de seis años. Y que, además, previene los más de 2 000 casos de abuso sexual infantil que pueden ocurrir en Cuba durante un año.

Saben que hablar de homosexualidad y otras disidencias sexuales menos abordadas tiene como única consecuencia que los niños no heteronormativos sufran menos bullying y depresión, porque los demás lo entienden como lo que es, normal.

Están claras de que un adolescente al que no se le hable de sexo adoptará prácticas sexuales machistas y, a menudo, violentas hacia su pareja, porque aprenderá de la pornografía, o de lo que le cuentan los demás, según sugiere un estudio publicado en la Revista Cubana de Enfermería.

Nada de lo que no se les eduque dejará de existir. Nada de lo que se les oculte dejará de ser curioso para ellos. Son los adultos quienes deciden cómo lo aprenderán (por ellos, o por el mundo exterior). Porque hablarlo puede resultar incómodo, pero callar no solo es inútil, sino también irresponsable.