Con antifaz de defensor de los Derechos Humanos (DDHH) el presidente de Colombia, Iván Duque Márquez, ha acusado a Cuba en diferentes foros internacionales de violar los derechos del ciudadano. Lo hace con tanta alevosía que ni él mismo se lo cree.

Tiene seguidores de su misma calaña y talla de deshonra. No puedo explicarme cómo una persona violadora de este principio universal pueda acusar a un país como Cuba de tal barbaridad.

Toco el tema porque acabo de leer el informe anual del Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (INDEPAZ). La publicación confirma 92 masacres en Colombia en lo que va de 2021, donde fueron asesinados 168 líderes sociales y 48 firmantes del Acuerdo de Paz.

En su informe «Cifras de la violencia en las regiones 2021», que recoge los hechos ocurridos entre el 1ro. de enero y el 24 de diciembre, la plataforma detalla que 326 personas murieron en las masacres, las cuales sucedieron en 70 municipios de 20 departamentos. Entre los 168 líderes sociales asesinados había 26 mujeres. En el caso de los 48 firmantes del Acuerdo de Paz, cuatro eran mujeres.

No se puede entender cómo el Presidente de un país que tiene estas alarmantes cifras pueda acusar a otro de violar los DDHH, máxime si el país acusado es Cuba, nación que trabaja por el bien de todos.

Para concluir con mi comentario le informo que el 14 de mayo de 2021 la secretaria general de Amnistía Internacional, Agnés Callamard, envió una carta abierta al presidente Iván Duque en la que expresa la preocupación del movimiento por la grave crisis de derechos humanos que vive Colombia.

Amnistía Internacional ha documentado el uso excesivo de la fuerza por parte de las fuerzas de seguridad y múltiples violaciones de derechos humanos y crímenes de derecho internacional, incluyendo la desaparición forzada y la violencia sexual.

¿Puede alguien protagonista de tan alarmantes cifra acusar a otro de violar los DDHH?