Hoy se hizo justicia. Sí así. El profe Roberto Pérez Betancourt, como de forma cariñosa no solo le decimos, sino le admiramos, acaba de merecer el Premio Nacional de Periodismo José Martí, por la obra de la Vida, máximo reconocimiento que otorga por a destacados y consagrados profesionales la Unión de Periodistas de Cuba.
Roberto Pérez Betancourt debió recibir el premio hace mucho. Al fin hoy el Jurado reconoció la valía y entrega del decano de los periodistas en Matanzas, quien aún en medio de limitaciones de salud no ha dejado de aportar su sabia, y ni letra deja de reposar o de decir en los medios de prensa de la provincia.
Cada día Roberto participa con lo mejor de su talento en el sitio web del Telecentro Provincial TV Yumurí. Él es un soldado, presto a órdenes y cumplirlas y como excelso periodista no importa la hora del día. Se empeña en compartir, enseñar y sin fanfarreas o burdas creencias entrega a los jóvenes el cúmulo de tantas habilidades y experiencias en una de las profesiones y a su vez oficios más hermosos del mundo.
Roberto Pérez Betancourt merece el abrazo, el agradecimiento y el respeto no solo de quienes le admiramos sino de quienes le esperan cada día con sus avezados y siempre comprometidos comentarios o notas sobre el acontecer internacional.
Yo sí creo que Roberto Pérez Betancourt se las “sabe todas o casi todas”, aunque ya propio de la edad olvide aún que otro detalle. Pero eso para una vida tan plena como la del profe es insignificante.
Roberto es más que un periodista; yo diría hasta más es un ser humano periodista, que es casi ser un hombre intachable e íntegro. Su devoción por su amor de siempre, esa muchacha aún joven: Edelma Batista, califica como una enseñanza de la vida. A ella nunca la deja atrás y me atrevo a afirmar que sus éxitos se deben a ese amor que, en medio de tinieblas, luces y hasta Covid siempre le acompañado.
¡Caramba Roberto! Viste que la justicia pudo más que la muerte. ¡Qué sí llegó el Premio ansiado y esperado por todos para ti! Usted hace mucho era Premio Nacional de Periodismo. Aunque extenuados y casi apagados de llenar tantos papeles, años por años, te digo como siempre, profe: el mayor premio es su vida, su sabia y el periodismo que le ha legado a Cuba, un periodismo comprometido como su corazón que nunca le falla a su pueblo.