Yo me enamoré del Código de las Familias, afirma pastora y pedagoga

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«Yo me enamoré del Código de las Familias porque es un proyecto de valores», afirmó Ofelia Miriam Ortega Suárez, pastora de la Iglesia Presbiteriana, profesora de Ética y Género del Seminario Evangélico de Teología en la ciudad de Matanzas e integrante de la comisión encargada de la elaboración de la norma.

«Creo que hay que leer el proyecto y releerlo, porque en él están los valores de nuestro Socialismo, de nuestra sociedad, y los que creemos en el Evangelio también encontramos sus valores implícitos», opinó la directora del Instituto Cristiano de Estudios de Género.

«Hay que leer el proyecto con la Constitución de la República de Cuba porque la reafirma, en su Artículo 13 la Carta Magna llama a obtener mayores niveles de equidad y justicia social y ese artículo es el que fortalece el nuevo Código», comentó Ortega Suárez.

«El Reinado de Dios es el modo de vivir y convivir donde el amor, la paz, la justicia, la misericordia, el perdón, la reconciliación y la dignificación humana sean posibles, esos son valores que tenemos que defender las iglesias y religiones en Cuba y tienen que ver con la propuesta del nuevo Código de las Familias», opinó.

«Lo que leo en el proyecto de Código es mi fe y creo que es importante visualizar cómo tenemos tantas cuestiones en común y verificar las perspectivas bíblicas que permiten a la familia ser señales de ese reinado de la sociedad, no por las formas en las que están compuestas, sino por ser espacios donde se promuevan las relaciones más justas», expresó.

«La propuesta de Código entraña el amor al prójimo, la prioridad social que es el rescate de las personas más necesitadas y vulnerables, y nos trae en su interpretación el milagro de las relaciones humanas, de la sensibilidad y el respeto a las abuelas y los abuelos», resaltó la reverenda.

Considera Ortega Suárez que escuchar a la niñez, revalorizar las paternidades, considerar el valor del trabajo de la ama de casa y defender la equidad, el amor y la justicia, constituyen también fortalezas del proyecto e invita a leerlo y compartirlo con los familiares porque parece que es nada más que leyes, pero tiene contenido básico para la búsqueda de la felicidad.