El 10 de agosto de 1925 nacía en Matanzas Oswaldo Alberto Llorens Guiteras. Terminada su instrucción elemental, marcha a los Estados Unidos y estudia en colegios de la Florida. Regresa a Cuba para matricular en la Universidad de La Habana, retorna de vacaciones a la nación norteña y decide alistarse en el ejército de los Estados Unidos, con solo 18 años de edad, para pelear en la Segunda Guerra Mundial contra el fascismo alemán. 

Asignado a la Compañía B de la 3era División, fue enviado a un campo de entrenamiento en Alabama y luego a Italia. Su bautizo de fuego acontecía en Anzio. Toma parte en la invasión a Francia y como resultado de varias acciones le confieren, en agosto de 1944, la condecoración Corazón de Purpura. 

El 1 de febrero de 1945, sin cumplir 20 años, fallece en Alsacia, Francia, a consecuencia del impacto de un fragmento de mortero alemán. Post Mortem le vuelven a otorgar la Corazón Púrpura, y sus familiares recibían una carta de condolencia del presidente estadounidense Franklin D.  Roosevelt.

El domingo 6 de febrero de 1949 arriban a Matanzas, en el tren central, los restos mortales del joven héroe y mártir de la Segunda Guerra Mundial. El cortejo fúnebre, escoltado por tropas cubanas y estadounidenses, autoridades civiles y la población, se traslada hacia La Catedral donde le cantan un responso, y desde ahí parte para la necrópolis local, donde es sepultado en horas del mediodía. 

Desde entonces, quien “cayó luchando por la libertad y la justicia”, como se lee en su lapida sepulcral, descansa en el Departamento D, número 192, de la Necrópolis San Carlos Borromeo de Matanzas.

(Por: Adrián Álvarez Chávez)