La bahía de Matanzas posee características particulares que la distinguen de otras en Cuba. Es la segunda de mayor profundidad en el país, con un máximo de 712 metros, y cuenta con un espejo de agua de unos 36 km2.
La urbe que se asienta en sus márgenes, Matanzas, debe el nombre a un suceso acontecido en estas aguas. Se trata del ataque a fuerzas españolas por parte de aborígenes que habitaban la zona, como uno de los primeros actos de rebeldía contra los colonizadores.
El incendio de grandes proporciones ocurrido el 5 de agosto en la zona industrial no afectó las aguas de la bahía, al lograr contener el crudo derramado desde los reservorios de combustible altamente contaminante.