Labores de búsqueda y rescate en un edificio derrumbado en Osmaniye, Turquía, el 6 de febrero. Foto: Muzaffer Cagliyaner/Agencia Anadolu/Getty Images.

El sismo de magnitud 7.8, que tuvo su epicentro el lunes en Turquía, ha dejado al menos 5 261 muertos y 25 000 heridos en esa nación y la vecina Siria.

Durante un discurso en Ankara, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, dijo que en Turquía el número de fallecidos por el terremoto aumentó a 3 549 al menos.

El mandatario declaró el estado de emergencia en 10 provincias durante tres meses.

La cifra de fallecidos en Siria por el terremoto supera los 1 712, de acuerdo con datos de los Cascos Blancos (como se conoce a la Defensa Civil de Siria y que opera en territorios controlados por rebeldes) y el Gobierno sirio.

Según los Cascos Blancos, cientos de familias continúan atrapadas bajo los escombros en el noroeste. El grupo señaló que más de 210 edificios se han derrumbado por completo en esa región.

El portavoz de Unicef, James Elder, dijo este martes en una conferencia de prensa en Ginebra que miles de viviendas han sido destruidas por el terremoto, “desplazando familias y exponiéndolas a los elementos en una época del año cuando las temperaturas descienden regularmente por debajo del punto de congelación y la nieve y la lluvia helada son comunes”.

Elder afirmó que “decenas de escuelas, hospitales y otras instalaciones médicas y educativas han quedado dañadas o destruidas por los terremotos”.

Tomado de Cubadebate.