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Ponerle el pie a Narváez

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Paseo Narváez

 

Casi todas las tardes de sábado Narváez era para Yoana su lugar secreto. Allí le hablaba al río o lo escuchaba, porque el silencio era razón de tranquilidad y consuelo. Catorce años tenía y colgaba sus pies sobre el San Juan, sentada en el muro destruido de aquella calle olvidada de Matanzas.

Luego de varias décadas en el abandono, la Oficina del Conservador de la Ciudad, en un esfuerzo colectivo con las autoridades de la provincia, rehabilitó y transformó la vida y costumbres de la calle Narváez.

«Comenzamos en el taller aun cuando Narváez era una calle con poca movilidad. Un buen día se nos ocurrió poner estructuras afuera, e hicimos un pequeño proyecto para mejorar el entorno, con creadores de la ciudad y del país, » cuenta Osmany Betancourt Falcón (Lolo).

Yasser Balseiro Rodríguez, Director del Plan Maestro de la Oficina del Conservador de la Ciudad de Matanzas explicó que desde la idea del Lolo surge el darle a Narváez el grado de «Paseo Peatonal Cultural» para la producción del arte, encaminado a dejar de vivir de espaldas al río San Juan.

«Matanzas y su población merecían un lugar así de pintoresco donde se mezclan la cultura y la gastronomía en un ambiente muy gustado por todas las generaciones. Es solo llegarse hasta allí, recordar cómo era Narváez hace 3 años y sacar conclusiones sobre un cambio necesario», expresó Héctor Daniel Torres Lorenzo, matancero.

Antiguos garajes en desuso fueron transformados por cuentapropistas y artistas en galerías café, restaurantes y bares abiertos en el horario del mediodía y hasta aproximadamente las dos de la mañana. Allí procuran ofertar actividades culturales para todo tipo de público.

Eliane García Rodríguez, dependienta del Cibercafé «Entre Puentes», argumenta que  antes del plan 325 la vida de la calle estaba lejos de ser activa. Actualmente visitan tanto el local gastronómico como el interactivo mayor número de familias.

Otra de las ofertas estatales en Narváez es «Barco Sol Mar» que junto al Cibercafé de 10 de la mañana a 10 de la noche extienden el ambiente recreativo de la calle.

Este espacio es utilizado como sede de la Feria del Libro en la ciudad, de la Bienal Ríos Intermitentes, para ferias del Fondo Cubano de Bienes Culturales y cuanto evento artístico atañe a Matanzas.

Ver Mapa Interactivo de Narváez
Ver Mapa Interactivo de Narváez

«Narváez era un espacio inservible. Ahora es un área de paseo y distracción para el pueblo matancero. Existen muchas indisciplinas sociales, una lástima, porque es de los pocos sitios de este tipo en la ciudad y si continúa tan convulso, nadie va a querer asistir. A un lugar así no se le puede sacar el pie», añadió Esteban Vives Brunet, trabajador de la Galería Taller Mederos.

Más paseo de élite, menos plaza pública

Distintas opiniones confluyen sobre la funcionalidad de la calle Narváez después de su restructuración. Todo matancero o viajero desea un pedacito del Paseo.

Para mi Narváez es una élite dentro de la visualidad cultural cubana. Ninguna provincia tiene una calle adornada por un río, opina Adrián Socorro, artista visual.

En conversación con Pedro Manuel Ortega Santana, especialista en inversiones de Servicios Comunales, conocimos del buen estado de opinión de la opinión de la población tras la inversión de 1 300 600 pesos.

Infografía sobre Inversión de Servicios Comunales en el Paseo de Narváez

Las personas naturales o asiduas al paseo que se benefician con la inversión hecha allí, deberían revertir en responsabilidad el esfuerzo de la ciudad por llevar a cabo tal obra, acotó Bielka Cantillo González, Directora del Centro Provincial de Patrimonio Cultural.

Sin embargo, el sentido de pertenencia está lejos de ser colectivo.

Irán Jesús Monzón, Jefe de brigada de limpieza de Narváez insiste en que a pesar de trabajar en tres turnos diarios, dispuestos en los horarios de la mañana, tarde y noche, el trabajo es arduo debido a las indisciplinas.

«Hemos visto como la inversión de comunales para ubicar un baño público y los cestos de basura parecen hechas en vano. ¡Y ni hablar de cuantos cortos circuitos han provocado los jóvenes al romper las lámparas para sacar cables y conectar las bocinas de música en las madrugadas!

Recogemos, sobre todo los fines de semana, un promedio de 30 botellas de bebidas alcohólicas y basura dispuesta a lo largo y ancho del paseo», añadió Monzón.

La limpieza es buena pero quien no la cuida es el pueblo. Se observa el deterioro de la calles por adocretos y tapas de desagües o fosas que no están en su lugar  así como el maltrato de las plantas asegura Hermenegilda Fariña Suárez, residente.

Keider Enrique Zayas Pérez, jefe de turno del establecimiento gastronómico ´´Barco, mar, sol´´ considera que este espacio no cumple con los objetivos de paseo peatonal por el tránsito indebido de vehículos, mayormente motos eléctricas o de combustible, que al ser más ligeras caben por entre los bolardos que detienen el tránsito.

«Yo no veo tal deterioro pues es una zona muy cercana al río, donde la pintura dura poco. Tal vez  el pavimento utilizado no es el correcto para un lugar en constante proceso productivo. Nosotros como artistas tratamos de cuidar las calles pero necesitamos bajar materiales de construcción o desechar chatarra», explica el Lolo.

«Me he enfrentado a varios hechos vandálicos. Una vez arrancaron la escultura de Francisco Cobo y casi llega al agua. También el robo de las lámparas del mural de los bomberos», cuenta Jesús Alberto Mederos, artista de la plástica.

Nancy Castro Pérez, profesora de la Escuela Profesional de Arte de Matanzas narra cómo los alumnos difícilmente pueden dormir en las noches debido al bullicio, malas palabras, broncas y música muy alta.

«Personas ajenas al albergue ubicado en Narváez, golpean las ventanas o incluso tratan de abrirlas y mirar hacia dentro, todo esto afecta la tranquilidad y seguridad de los estudiantes» dijo Nancy.

Varios artistas donan obras a este paseo transformado. Visitantes y matanceros poco conocen sobre el valor, por ejemplo, de la pieza «Piggy Bank» de Dariel Lozano Pérez con un costo aproximado de 50 000 dólares o la instalación ´´Escaleras al río´´ financiada por el Fondo Cubano de Bienes Culturales con 12 000 dólares.

Guillermo García Delgado, Director Provincial de Servicios Comunales comentó: ´´Las actividades en un paseo cultural tienen un nivel inferior a las concebidas para plazas públicas, contradicción recurrente en Narváez. Ha sido un lugar atractivo, transformador del sistema recreativo del municipio, por lo tanto, es un espacio que mejor encaminado y regulado puede acoger a todo tipo de público´´.

«Narváez no es una plaza pública y es el concepto errado que hay, por lo tanto no debe usarse como tal, ni bafles, ni Dj, ni altos niveles de alcohol. He tenido que sacar a hombres ebrios del estudio», opina el artista visual Adrián Socorro.

Él, desde su estudio «El garabato», asegura que ´´Me han pedido que abra hasta tarde y me niego, porque las personas asocian arte con dinero y sin seguridad, yo solo, de noche, no puedo estar aquí. Necesita entenderse que es un lugar de élite y actuar en consonancia´´.

Momento de actuar

«Antes de la culminación de las obras por el aniversario 325 de la ciudad, las autoridades de la provincia aprobaron regulaciones para las áreas intervenidas  por el programa pero, ¿quién está allí para poner multas a quienes incumplan? » dijo Bielka Cantillo González, Directora del Centro Provincial de Patrimonio Cultural.

Rubier Bernabeu García, artista de la Galería Café «Por amor al arte» coincide en que Narváez es un entorno complejo por la densidad y diversidad de públicos. Campañas de publicidad o educativas, regulaciones que controlen las restricciones, incluso, cámaras de seguridad son necesarias.

«Matanzas necesitaba actividades así, era una ciudad dormida y con Narváez ha despertado culturalmente. Tiene que existir un límite entre el ambiente de los bares y el de los jóvenes que no están incorporados a la sociedad. Sin control se va de las manos un paseo tan provechoso», explica Renier Herrera Sosa, Trabajador de la Galería Taller Mederos.

La Oficina del Conservador de la Ciudad, de acuerdo con el Plan Maestro para  gestionar humana y físicamente  el Centro Histórico matancero trabaja en regulaciones para regir comportamientos y cotidianidad en el paseo de Narváez.

«Trabajamos con casi toda la población para contaminar con la buena fe. Junto a los niños de mi proyecto ecológico y los trabajadores realizamos actividades de saneamiento para cuidar el gusto estético del paseo. Estamos en momento de no hablar, sino hacer y apoyar a todas las instituciones para, en conjunto, salir adelante»,  enfatiza Mederos.

Los horarios de actividad de los establecimientos del paseo poco influyen en la concentración de personas, el consumo de alcohol y las indisciplinas sociales que deterioran la reestructuración de la calle.

La labor de mantenimiento y organización del espacio es funcional, constante y reconocida por organismos y población. Pero las indisciplinas van más allá de todo esfuerzo individual por preservar lo logrado.

El factor más adverso constituye la falta de conciencia colectiva. Educar desde las escuelas, el hogar y el barrio son alternativas a tener en cuenta para evitar el mal comportamiento en el paseo.

Bastaría con la sinergia entre las autoridades pertinentes y la población para encaminar la preservación responsable de esta arteria tan importante económica y socialmente de la ciudad.

Matanzas es una ciudad bendecida por sus ríos. El San Juan adorna la calle Narváez como ninguna otra en el mundo, por tanto, lo que allí suceda afecta a todos.

Por: Anylisec Grau Boffill y Daniela Ortega Alberto
Fotos: Cortesía «Oficina del Conservador de la Ciudad de Matanzas» y Félix González Pérez

 

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