Cuando la mentira y el odio pululan en redes sociales, intentando
desanimar a los cubanos, urge enfrentar con decisión las agresiones
imperiales y lacayos mediáticos. Es menester acudir a las acciones y
pensamientos de nuestros próceres, a quienes debemos una herencia de
rebeldía y amor infinito a Cuba, libre y siempre soberana.

Un día como hoy, el 2 de abril de 1899, en carta a su esposa, Bernarda
Toro Pelegrín, el mayor general Máximo Gómez Báez c escribe: “la actitud
del Gobierno americano con el heroico pueblo cubano, en estos momentos
históricos, no revela a mi juicio más que un gran negocio”.
  Reflexiona el Generalísimo que la situación que “se le ha creado a
este pueblo, de miseria material y de apenamiento, por estar cohibido en
todos sus actos de soberanía, es cada día más aflictiva, y el día que
termine tan extraña situación, es posible que no dejen los americanos
aquí ni un adarme de simpatía”.
Nada diferente le esperaría a esta nación si, un día, el poderoso vecino
se hiciera con el control de nuestro destino. Es momento de levantarnos
con hidalguía sobre las enormes dificultades que enfrentamos, para
preservar la independencia de Cuba, el presente y futuro de nuestros
hijos, para honrar un legado patriótico de siglos.
“El amor, madre a la patria/No es el amor ridículo a la tierra/Ni a la
yerba que pisan nuestras plantas/Es el odio invencible a quien la
oprime/Es el rencor eterno a quien la ataca”.  (José Martí, “Abdala”)

*Carlos Cruz. IPF.