Bajo una lluvia pertinaz, hecho poco frecuente en esta región y señal de prosperidad, renovación y alegría, llegó el miembro del Buró Político y primer ministro, Manuel Marrero Cruz, la mañana de este domingo (hora local) a la nación árabe, unida en la amistad con Cuba hace más de 20 años. Su propósito: cumplimentar una vista de trabajo, que incluye la participación en la Cumbre Mundial de Gobiernos, la cual comienza sus sesiones este lunes.

La calma y sosiego que tanto distinguen al Hotel Club Tropical de Varadero se trastocaron ante la creciente expectativa de los huéspedes, que aguardaban ilusionados por un hecho trascendental: una exposición de motos clásicas en una de las áreas de la instalación.

Desde bien temprano, todo estaba dispuesto para el arribo de la numerosa comitiva que llegaría de un momento a otro con sus impresionantes equipos.

Escalar postes con espuelas, revisar cables, bajar estructuras y equipos, maniobrar en la altura, alguna caída que por suerte terminó en un susto. ¿Por dónde podría empezar la historia de un liniero en Cuba? 

Lo primero es que el salario da para sobrevivir, como la mayoría de los salarios en el país, pero el extra está en el peligro, en jugarse constantemente la vida buscando la luz, da lo mismo bajo el más intenso sol que bajo el chinchinear de la lluvia que molesta en el rostro.