El Presidente de Rusia Vladimir Putin decidió desplegar una operación contra la infraestructura militar de Ucrania como respuesta a la petición de ayuda de la República Popular de Donbass.
Putin señaló en declaración ante el mundo que las circunstancias exigen que Moscú actúe con firmeza y de inmediato para proteger al pueblo ruso y desmilitarizar a quienes tomaron al pueblo de Ucrania como «rehén».
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia asegura que no hay ataques contra la población civil, sino protección a las Repúblicas de Donetsk y Lugansk ante las injusticias llevadas a cabo contra ellos por el Gobierno de Kiev.
Las fuerzas armadas de Rusia han inhabilitado 74 instalaciones de la infraestructura militar de Ucrania, 11 aeródromos, 3 puestos de mando, un puesto de operaciones de mando y 18 estaciones de radar, y derribaron un helicóptero de combate y 4 drones.
El Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia explicó que la decisión de su Gobierno surge desde que la OTAN no se limita a intervenir en los asuntos de los estados miembros, sino que insiste en ampliar sus fronteras a todo el mundo.
El toque de queda en Ucrania, la evacuación de los soldados fronterizos y del personal de varias embajadas, las amplias filas en gasolineras, el cierre de varios establecimientos comerciales, la aplicación de la Ley Marcial para considerar a todos los ciudadanos como militares y los combates a lo largo de la línea de contacto con la ciudad de Donetsk desatan opiniones y reacciones en todo el mundo.
El presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, define el hecho como un ataque no provocado e injusto contra Ucrania, que sólo Rusia es responsable de la muerte y destrucción que traerá este enfrentamiento y que tanto Estados Unidos como sus aliados y el mundo en general exigirán respuestas a Rusia.
Un documento de la OTAN declara que este ataque a Ucrania significa para la organización una violación del derecho internacional, pero asegura que no hay tropas de combate dentro de Ucrania para un plan de defensa colectivo contra Rusia.
La Unión Europea impuso sanciones a entidades y funcionarios rusos, apoyada por los gobiernos de la mayoría de los países que la integran, por el rechazo absoluto a la decisión de Vladimir Putin.
El Presidente de Rusia defiende a miles de civiles masacrados y violentados por el Gobierno de Vladímir Zelenski en Ucrania. Sin embargo, la opinión occidental infundada e influenciada por los Estados Unidos provoca la formación de una coalición anti-Putin para detener las acciones de Rusia.
El Gobierno de China declaró que es irresponsable que los Estados Unidos acusen a los demás de ser ineficaces en la lucha contra un incendio mientras echa leñas al fuego. (ALH)
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