En la Revista Universal, de México, José Martí publicaba el 9 de julio de 1875: “El diputado es el hombre encargado por el pueblo para que estudie su situación, para que examine sus males, para que los remedie en cuanto pueda, para que esté siempre imaginando la manera de remediarlos (…) La silla de curul es la misión (…) se viene a ella por el mérito propio, por el esfuerzo constante, por el valor real, por lo que se ha hecho antes, no por lo que se promete hacer”.
Como premisa para todos los tiempos ha perdurado esa frase martiana, que viene “como anillo al dedo” por estas fechas, cuando se desarrollan los procesos previos a los comicios para elegir a los diputados a la Asamblea Nacional del Poder Popular, el 26 de marzo próximo.