Mientras dure la quema de combustible en la Base de Supertanqueros de Matanzas, y con ello la emisión hacia la atmósfera de la densa columna de humo generada por el siniestro, debemos esperar un incremento de las lluvias ácidas en aquellas zonas afectadas por la nube de contaminantes, donde ocurran precipitaciones.

En medio del dolor y la conmoción que sufre Matanzas desde el pasado 5 de agosto – cuando una explosión sacudió uno de los tanques de la Base de Supertanqueros – las muestras de solidaridad han inundado las redes sociales, y hasta el lugar del siniestro han llegado, para dar fuerza a una ciudad que presencia uno de los accidentes más grandes e impactantes en la historia de Cuba.

Fotos: Julio Cesar

“La vida me pasó en segundos por delante. Creo que volví a nacer. Estoy viva por dos personas que cayeron encima de mí. Vi la ola de vapor que se aproximaba y comencé a correr, perdí los zapatos y seguí corriendo“, comenta Lorien Rodríguez Sánchez, estudiante de cuarto año de Medicina y quien integra el equipo de Cruz Roja Cubana.