Antes, hablo de hace 20 años atrás, cuando yo iba a la escuela, el inicio del curso escolar no suponía una preocupación mayor para los padres. Bastaba con tener en qué llevar los libros, el uniforme, los zapatos colegiales, la jabita plástica, unos pomos reciclados, algo de merienda y ¡listo! Lo importante era ir limpios y sacar buenas notas.