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Controlar la hipertensión arterial como factor de riesgo y enfermedad y de esta forma disminuir el impacto de enfermedades cardiovasculares, principal causa de muerte de la provincia y el país, es un reto para el territorio que en la actualidad muestra una prevalencia de 37.7, o sea, de 100 matanceros, 37 son hipertensos.

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Un desfile la mañana de este jueves en la ciudad de Matanzas por la Jornada Nacional de Enfermería, devino emotivo y bello homenaje que recorrió la urbe desde el parque René Fraga Moreno hasta finalizar en el de La Libertad, amenizado por la banda musical de la escuela primaria Francisco Vega Alemán.

Los acompañaron familiares de los homenajeados y transeúntes que detuvieron su marcha junto a tan ilustres profesionales, porque alguna vez en sus vidas recibieron de los agasajados el inestimable servicio en diversas instituciones del Ministerio de Salud Pública.

Por su carácter afable y corazón generoso los allí presentes son considerados indispensables defensores de la salud y de la vida: heroicos vencedores del dolor y de la muerte.

El pueblo yumurino los vio con orgullo descender desde lo más alto, y numerosos vecinos extendieron sus brazos, les sonrieron y hasta abrazaron emocionados al reconocer a quienes lucharon contra el cansancio y el sueño para brindarles esmerada atención, o a un vecino o un familiar o conocido.

Desde el 12 de mayo último hasta el día tres de junio, envueltos en una merecida Jornada Nacional de reconocimiento, en distintas partes de la provincia reciben tales congratulaciones quienes no solo en su tierra natal y lugares vecinos se consagran a la hermosa y sacrificada labor, pues también lo hacen en otras tierras del mundo, donde dejan la huella de su ejemplo laborioso.

En dicho acto varios de ellos y ellas, dignos herederos de Florence Nightingale –madre de la Enfermería moderna-, recibieron flores y, por su abnegada entrega, medallas, cuadros distintivos. Como máximo estímulo se entregó la Cofia de Oro.

Entre los homenajeados estuvo Lino Alfonso Suárez, con 46 años de servicio ejemplar, internacionalista en las Repúblicas de Venezuela y Guatemala, además de excelente profesor en el Hospital Provincial Clínico-Quirúrgico Docente Dr. Faustino Pérez Hernández.

Al igual que Rosa Belén Aparicio, de Limonar, con más de cuatro décadas en la profesión, fundadora del Programa Consultorio Médico de la Familia, e inició el de Atención Integral a la Mujer. Estuvo entre entregaron, además conocimiento y experiencia al pueblo venezolano.

Solo dos de sus cinco años de labor como técnico medio en la especialidad de Neonatología bastaron a Dayelín L. Hernández Moya para convertirse en la enfermera más integral en el Hospital Materno José Ramón López Tabrane, mérito reconocido que la engalana y reta a continuar con similar ímpetu y resultado.

Ante cada congratulado (a) el aplauso merecido de sus compañeros de equipo o de otro centro asistencial médico, porque en todos reconocieron su inclaudicable voluntad en el quehacer profesional, bajo la máxima de que cuidar es ayudar a vivir. Acudieron al acto las principales autoridades políticas y gubernamentales de la provincia, así como del sistema de Salud y sindicales afines.

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He sido marcada durante mi vida profesional por tres grandes enfermeras, este es un discurso repetido, lo siento. Para una estudiante ávida de aprender es esencial tener a alguien con ganas de enseñar y hacerlo bien.