«Toma aire», me dijo la enfermera y un pinchazo en mi brazo izquierdo anunciaba la llegada de la tercera y última dosis de Abdala. Al fin tenía en mi organismo un arma prometedora para enfrentar el coronavirus, un voto más de confianza a mi Cuba.
Ciertamente el resultado de esa apuesta llegó más rápido de lo que esperaba. Menos de ocho horas después, la frase «92,28% de eficacia» hacía a Abdala superar el 50% requerido por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para que un candidato vacunal contra la COVID-19 se convierta en vacuna.
Cual perfecta casualidad, la confirmación de Abdala como vacuna coincidió con la jornada en la que más de un centenar de colaboradores del Hospital de Campaña de la Universidad de Matanzas recibieron la última dosis de este fármaco.
“Los excelentes resultados de los ensayos clínicos de Abdala, demuestran una vez más que, a pesar de todos los obstáculos, nuestra Isla siempre sale adelante», expresó Gabriela Puigvert Alfonso, presidenta de la FEU de la casa de altos estudios yumurina.
El sábado 19 de junio el Instituto Finlay de Vacunas dio a conocer que el candidato vacunal Soberana 02, con sus dos dosis, tiene una eficacia del 62 por ciento, otro importante logro en la lucha contra la COVID̶19.
Próximamente se realizará la solicitud de Autorizo de Uso de Emergencia al Centro para el Control Estatal de Medicamentos, Equipos y Dispositivos Médicos (CECMED) y, una vez aprobado, Abdala se convertirá en la segunda vacuna contra la COVID-19 desarrollada en América Latina y el Caribe.
«Cuando se habló por primera vez de la creación de una vacuna en Cuba tenía completa confianza en que sería posible. Al recibir cada dosis sentí muchísimas cosas, porque no es solo una vacuna, es el sacrificio de muchos científicos que ponen sus conocimientos al servicio de todos, junto al empeño de un país que no se queda detrás», explicó Yasniel Sánchez Suárez quien recibió las primeras dosis de Abdala mientras laboraba como voluntario en el Hospital de Campaña de la Universidad de Matanzas.
Ralató el Sitio Web Cubadebate, que el análisis final de los estudios de eficacia de Abdala contra la COVID-19 sintomática, incluyen no solo la respuesta a una cepa inicial del SARS-CoV-2 (la DG614G), sino también las mutantes Alfa, Beta y Gamma.
La eficacia de Abdala la ubica entre las vacunas con mejores resultados del mundo, como las estadounidenses NVX-CoV2373 (96%), mRNA-1273 (94,1%), Comirnaty (95%) y la rusa Sputnik V (91,6%).
La alta validez de las vacunas cubanas constituye un paso de avance en la lucha contra la COVID-19. Ahora más que nunca se hace imprescindible que la población extreme las medidas de protección para evitar contagios.
Nuevamente la fuerza de un país se impone al recrudecimiento de políticas genocidas gracias al talento de científicos que, junto a todo un pueblo, trabajan por la salud de esta gran familia que es Cuba.