La cantautora matancera Lien Rodríguez López, quien obtuvo la nominación en tova al premio Cuerda Viva 2021, con la canción Ley de gravedad. pertenece a la categoría de músicos, cuya presencia se torna imprescindible en el universo cultural de la ciudad, a lo que suma lauros nacionales e internacionales que avalan su impetuosa trayectoria como solista.
Asimismo, se conoció que junto a la cantante Daymé Arocena resultó elegida por CIRCULART, entre artistas de todo el mundo para su principal evento que estará sesionando en Medellín, Colombia, del 15 al 18 de Septiembre próximo, dentro de la plataforma cultural para la música más importante de Latinoamérica.
Diestra en la ejecución de varios instrumentos que acompañan su potente y vibrante voz de contralto, la joven cantante posee una coloratura que la distingue por su agilidad y rapidez a la hora de emitir notas musicales. Esto le otorga una notable facilidad para realizar adornos, con los cuales domina también agudos con desenvoltura dramática.
Lien posee la característica de lucir ese rasgo vocal tan personal que hace que la identifiquemos inmediatamente al escuchar una canción suya. Estos dones le han retribuido el afecto del pueblo y críticas favorables durante su carrera profesional.
Recordada desde sus primeras apariciones cuando integraba el dúo Lien y Rey, lograron gran repercusión por su estilo particular de interpretar la canción trovadoresca, al punto que alcanzaron el premio CUBADISCO del año 2008 en la categoría mejor álbum vocal-instrumental presentado por el sello Centro Pablo de la Torriente Brau. Tomaron parte en festivales y giras por Colombia, Argentina, Suiza y Francia. Por aquella época Silvio Rodríguez los catalogó como los «continuadores de la trova del futuro, por su cercanía a la música de vanguardia».
Lien nació en Matanzas en 1975. Fue violonchelista, arreglista y directora musical del grupo de Liuba María Hevia. Publicó en Colombia en 1995, el libro de poemas “Aquí yace mi muerte”.
Al paso de los años, en su camino en solitario, se ha unido en forma ocasional a su hija Luna, quien, igual que ella toca el violonchelo, para deleitar a los espectadores con melodiosas canciones, colmadas de lirismo.
Confiesa la trovadora, graduada de la Escuela Nacional de Arte, «fui la primera alumna de la profesora de chelo, Felipa Moncada y por cosas del destino mi hija Luna devino su última alumna acá en Cuba».
Entre sus últimas composiciones de gran belleza poética, se encuentra Colibrí: “Colibrí, ¿qué buscas en la flor? /el filamento tibio de dulce pétalo/ te aligera el volar…” y del mismo modo la pieza Camino de la Seda, en cual canta: “No soy cáscara del desconsuelo,/ no soy la bruma de tu queja/ no soy vereda de tus vientos…/soy Camino de la Seda.”
Destacada ha sido su participación en festivales de la Trova, como el recién convocado Casa Abierta, en conciertos en el teatro Sauto, la sala José White y en peñas de la UNEAC y la Asociación Hermanos Saíz, así como la han aplaudido en sus presentaciones en La Habana y otras provincias, además en los últimos tiempos de pandemia, comunidades, centros de aislamiento y vacunatorios ha sosegado con su voz y mensajes, un gesto solidario con los yumurinos.
