La exposición “Serunomismo”, de Adrián Socorro Suárez se inauguró en la galería provincial Pedro Esquerré, de Matanzas, primera oferta del año del Consejo provincial de las Artes Visuales, abierta hasta finales de mes.
La muestra de este destacado artista, nacido en Matanzas el 16 de agosto de 1979, propone un encuentro con la vehemente mirada del autor, a quien se le reconoce por su trazo y mensaje agresivo, mientras un aire de sutil poesía emana de los lienzos, en ese reflejo particular y contemporáneo que le otorga a la sociedad cubana en estos períodos de encierro pandémico, druante la tragedia de la enfermedad, utilizando el pincelado de su propia figura.
La obra pictórica de Adrián Socorro ostenta un amplio catálogo, comenzando por obras paisajistas hasta devenir visión chocante de personajes que se rebelan ante contradicciones existenciales, con lo cual, en mi criterio, ha lustrado un estilo que permite identificar sus creaciones dentro del universo visual yumurino y nacional.
Al entrevistarlo para conocer las motivaciones conceptuales que inspiraron esta serie de alrededor de 50 cuadros, el artista expresó:
“Como el mismo nombre lo dice, todas las obras son autorretratos. Empecé a realizar la serie en el confinamiento por la pandemia y fue una forma de adaptarme a lo que sucedía en mi entorno, al no poder utilizar la imagen de otros, como hacía anteriormente.
“Entonces surgió la interpretación de historias, personajes u obras que me impactaron a través de internet, las cuales yo fabulaba y en las cuales podía incluirme y llevarlas al lienzo.
“Fue una manera de dar la cara, de enfrentar con mi propio cuerpo, lo que quería manifestar. Los recursos que usé son tradicionales, óleo, acrílico y lienzo».
Esta serie constituye su décima exposición personal y su exhibición recibió la aprobación del público matancero que colmó la galería.
“Es como debe ser, quería empezar por casa, en esta atmósfera familiar que es tan importante para mí, con mi familia y amigos. El Consejo Provincial de las Artes Visuales (CPAV) me convocó para iniciar el año, por tanto, el regocijo es doble. Después quizás la lleve a otros lugares, pero la primicia es en la Atenas de Cuba».
Le pregunto acerca de su participación en la actual 14 Bienal de La Habana, pues ha sido uno de los dos invitados en esta fase:
“Inauguré el día 9 de diciembre en el Centro de Desarrollo de las Artes Visuales, dentro de un proyecto llamado Disonancias, en una muestra colectiva de más de 20 artistas y aspiro a inaugurar otra si la pandemia permite el acceso al público».
¿Cuántas obras exhibes?
“Presenté cuatro, pertenecientes a una labor más reciente, que lleva una línea con personajes ficticios, trabajando lo grotesco desde la estética de la línea en contraste con la manera de hacer estas imágenes, en la búsqueda de una relación poética, donde exteriorizo mi propia catarsis, quizás con rasgos violentos, oscuros, pero los devuelvo con un sentimiento optimista, que se origina a partir de la belleza conceptual y artística de la imagen».
Al decir del curador Alexander Lobaina, en la muestra inaugurada en la galería matancera “se observa el yo como sujeto y objeto en una reflexión que introduce la atmósfera que envuelve al creador”.
Por su parte, al referirse a esta primera exposición del año, José Francisco González, director del Consejo provincial de las Artes Visuales, enfatizó en que se abre un sendero que contará con importantes eventos durante el año, incluida la Bienal de La Habana en Matanzas para el próximo mes de abril.
