Giraldo Piloto, presidente del Festival Internacional Fiesta del Tambor Guillermo Barreto in memoriam ha hecho de esta celebración una gran fiesta de la percusión y la cultura cubanas. La clausura del evento, el pasado domingo en La Piragua, devino en feliz confirmación de que tantos esfuerzos no han sido en vano
Autor: Ricardo Alonso Venereo | Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.
Foto: Juvenal Balán
Si 20 años no son nada, como aseguró Carlos Gardel, 20 ediciones del Festival Internacional Fiesta del Tambor Guillermo Barreto in memóriam sí lo son. Así lo afirmó a Granma, su presidente, el baterista y director de la orquesta Klimax, Giraldo Piloto, quien ha hecho de esta cita una gran fiesta de la percusión y la cultura cubanas.
La clausura del evento, el pasado domingo en La Piragua, devino en feliz confirmación de que tantos esfuerzos es en vano. Cada celebración es una escuela a favor del reconocimiento de lo mejor de la percusión cubana, y ratifica que –a cualquier precio– debemos defender nuestra rumba como patrimonio inmaterial de la humanidad, para que nos siga dando, eternamente, orgullo, cubanía y firmeza.
Fiel a la defensa de nuestra memoria musical, el Festival homenajeó a dos grandes rumberos de la Isla: Lázaro Ros (1925-2005) y José Luis Quintana, Changuito (1948). El primero, conocido por sus interpretaciones en el Conjunto Folclórico Nacional, en el cual, además de cantar, bailó, ofreció información y sirvió de profesor, por más de 30 años. El segundo, por sus aportes por más de 20 años en la Orquesta Juan Formell y Los Van Van.
De traerlos hasta el presente se encargaron los integrantes del Conjunto Folclórico Nacional, en el que Lázaro entregó prácticamente su vida, y los percusionistas Brenda Navarrete, Ruly Herrera, Oliver Valdés, Roelvis Reyes Simonó y el propio Piloto, acompañados por los músicos de Klimax.
En la clausura hubo otros momentos de gran fuerza musical y cultural. Mucho agradeció el público presente las potentes improvisaciones rumberas de la agrupación Osain del Monte, quien tuvo de invitado a Emilio Frías, El Niño, y el derroche de buena música ofrecido por Alexander Abreu y Havana D´Primera. Igual de importante resultó el reconocimiento que hiciera el Instituto Latino de la Música al Festival, al considerarlo «un evento de excelencia continental», ocasión que aprovechó Piloto para agradecer a todos su apoyo brindado para su realización todos estos años.
Foto: Juvenal Balán
Foto: Juvenal Balán
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