En la Ciudad Bandera todos conocen la obra del Poeta Nacional. Sus versos vuelan desde un rincón a otro, de aulas a escenarios, de educadores y padres a retoños. Todos conocen su impronta, y eso no es casual: desde hace dos décadas, Cárdenas cuenta con una filial de la Fundación Nicolás Guillén.

Su surgimiento fue la máxima expresión del trabajo constante de Silvia Alderete Abreu, una pedagoga con más de 50 años en las aulas y enamorada de la obra guilleniana.

—¿Cómo surge esta filial?

—La creación tuvo sus motivos en mi trabajo docente, donde los colegas, en especial María Elena Aguilera, descubrieron mi amor por la vida y obra del Poeta Nacional.

“María Elena, devenida presidenta de la Cátedra Nicolás Guillén de la universidad matancera, me invitó a formar parte de ella en el 2012, año del centenario del natalicio del poeta. 

“En ese entonces, me designaron para representarlos en el Festival Internacional de Música y Poesía en honor a Guillén. Allí conocieron sobre la realización del concurso Leer a Guillén, que al año siguiente llegó a la Ciudad de las Primicias. Las obras participantes tuvieron mucha calidad, y en las premiaciones, Nicolás Hernández Guillén, nieto del poeta y presidente nacional de la Fundación, determinó que la filial tenía su sede en Cárdenas. Esto fue el 20 de abril de 2003”.

—Intenso es el quehacer en escuelas, sobre todo de los bibliotecarios, pero inculcar la obra guilleniana ya traspasó las fronteras del aula. ¿Quiénes actualmente laboran en este empeño?

—Tenemos como líneas de trabajo el conocimiento de la vida y obra de Nicolás Guillén, la inclusión de todos en el proyecto social cubano, el trabajo por la erradicación del racismo y de la discriminación de todo tipo, así como la lucha por la eliminación de la violencia de género.

“Desde la primera infancia, los niños de círculos infantiles recitan sus versos.  En primaria comienza el movimiento infanto-juvenil guilleniano, con su estructura y reglamento, el cual fue coordinado con la UJC y pioneros municipales.

“A la filial se vinculan los docentes de los diferentes niveles educativos, pero también hay representantes de diferentes instituciones de Cultura, el Centro Cristiano de Reflexión y Diálogo, los CDR, los combatientes de la Revolución Cubana, la sociedad Abakuá, la yoruba, el turismo, el médico de la familia, los cuentapropistas y en especial en la Heladería Super Bola, y la Acaa, que siempre se suman a la premiación de los concursos. Son muchos”.

—¿Continúa vital el Leer a Guillén?

—Sí, por supuesto. Este 2023 arribó a sus 21 años. En él participan diferentes grupos etarios, donde los alumnos y estudiantes juegan un papel protagónico, relacionado con las diferentes manifestaciones artísticas-literarias, y presentan ponencias sobre el análisis de obras, tanto en prosa como en verso, del Poeta Nacional.

“Además del concurso, tenemos otros espacios importantes. Desde hace 14 años, el programa Nicolás Guillén entre nosotros se transmite cada viernes por Radio Ciudad Bandera.

“Tenemos participación en eventos nacionales y caribeños con exposiciones de ponencias. También se hace el curso de redacción de ortografía de verano, para los niños que tengan problemas con este componente de la asignatura”.

—¿Satisfecha con el trabajo de la filial?

—La filial para mí es una realización personal llevada al plano social. Como diría Walt Whitman, “me celebro y me canto a mí mismo, y lo que diga ahora de mí, lo digo de ti”, porque es una realización colectiva, con la ayuda del conjunto de trabajadores que están a mi lado. Lo que empezó con epíteto personal respecto a la obra de Guillén, se convirtió en uno de más amplitud: “Cárdenas, ciudad guilleniana”.

“Como dijo el Poeta en una entrevista: “Las palomas de la alegría y la tristeza vuelan juntas por la vida”, y esto ha marcado nuestro accionar, sin decaer, trabajando, con detractores, puertas cerradas e incomprensiones, pero no nos amilanamos y seguimos. Sabemos qué queremos, qué hacemos para lograrlo y cuánto agradecimiento tenemos de los habitantes de la ciudad.

“Por qué Guillén, me preguntan, y es que Guillén es Cuba, es patriotismo, cultura, es la representación genuina de la formación de nuestra identidad, es mulato, y aunque el término ahora se debate, fue el primero que planteó, en el prólogo de su libro Sóngoro cosongo, que algún día se hablará de color cubano. Es nuestro Poeta Nacional, orgullo de tener sangre negra, africana, y traer el África a nuestra historia”.

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