“Ni unos años antes ni después tampoco, justamente ahora”, el judoca cubano Iván Felipe Silva Morales sabe que el sueño olímpico tiene lugar y momento y por ello está desgastando colchones en cada jornada de entrenamiento, perfilando movimientos e intentando mantenerse sano para encarar en julio próximo la cita estival de París 2024.

El Carnaval de Judo de Varadero cerrará hoy con la Copa Panamericana para juveniles, certamen que contará con la participación de 106 representantes de siete países, en el hotel Meliá Internacional de la Playa Azul.

Luego del dominio de la anfitriona Cuba en el Open Panamericano y la Copa Panamericana de Cadetes, la mayor de las Antillas nuevamente tendrá la mayor participación con 82 judocas, 39 en el torneo masculino y 43 en el femenino.

Iván Silva fue el más destacado del judo cubano en la gira invernal, en la cual los equipos de ambos sexos tomaron parte en varias lides para sumar puntos en el Ranking Mundial de cara a los Juegos Olímpicos del próximo verano en la capital francesa.

Gracias a sus resultados se ubica ahora entre los punteros en la división de 90 kilogramos, ya sin el peligro de ver como espectador la cita parisina, y por eso no competirá en el Abierto de Varadero este fin de semana, para guardar fuerzas para el Panamericano de la discipolina y luego el Campeonato Mundial de Abu Dabi (19-23 de mayo).

La sabiduría popular afirma que dónde las dan, las toman y el equipo de Cocodrilos de Matanzas se ha puesto delante en una subserie en la que no salía como favorito.

En el tercer choque de este compromiso particular lograron ir cuesta arriba y vencer a los Alazanes 9 carreras por 7 en un desafío un poco más acorde con la calidad de los dos conjuntos, sin una cantidad exorbitante de anotaciones.

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