Toda mi vida se ha basado en estar entre aulas y campos de béisbol. En esos lugares siento que puedo ser libre e invencible. Por cosas del destino, el deporte y yo sufrimos un divorcio bastante duro. Aún en mi corazón siento ese amor tan fuerte como el primer día que jugué a la pelota. 

Siempre me han hablado de los “dioses del béisbol” (en este caso del softbol), seres omnipotentes que, desde el más allá, mantienen la justicia y el equilibrio de la vida en la tierra. Ellos fueron los encargados de que recibiera esa llamada inesperada.

Desde este sábado el estadio 16 de Abril, de Unión de Reyes, recibirá a los contrincantes de la gran final del Torneo Nacional de Béisbol Club de Campeones, que decidirán el líder del certamen en dos días de enfrentamientos. 

La locomotora unionense tendrá en su terreno al equipo de Trinidad, luego de vencer a los representantes de Mantua, provincia Pinar del Río, en un partido reñido que culminó 10 carreras por 9, y donde los nuestros vinieron desde abajo. 

Los octavos de final del torneo nacional de las Pequeñas Ligas concluyeron con seis barridas y dos subseries decididas en tres juegos, para dejar definidos los pareos de la siguiente ronda eliminatoria.

Las selecciones del Cerro (La Habana) y Camagüey ganaron el duelo dominical tras divisiones de honor en la jornada anterior ante La Isla y Las Tunas, respectivamente.

El elenco de Unión de Reyes venció este sábado dos veces a Mantua, y Trinidad hizo lo mismo ante Campechuela para avanzar a la gran final del Torneo de Clubes Campeones del Beisbol Cubano 2024.

En el primer duelo, el elenco matancero se soltó a batear y no se detuvo hasta vencer 11×3, con ofensiva de 13 jits y triunfo al aval de William Aguilera. La derrota fue a la cuenta de Yunieski Uguens.