Un curso terminó y vivimos para contarlo. Ilustración: Carlos Daniel Hernández León

Cada vez que a un niño le preguntan si le gusta la escuela y responde que sí, al búho con birrete que venía en la portada de las libretas, el que se parece al avatar de Duolingo, le da dolor en el cuello. A Tom, el de “Tom is a boy, Mary is girl”, de Inglés, le sale otro grano por el acné; y a Juan, el que compró 40 aguacates para que tú resolvieras el problema matemático, se le pudren 20.

La Federación de Estudiantes de la Enseñanza Media matancera estará de fiesta los días 30 de junio y primero de julio en que tendrá lugar el Festi-FEEM provincial.

«Es un evento que se realiza con carácter anual, y comienza en los centros de estudio. Los ganadores se presentan a nivel municipal y los elegidos compiten en una edición provincial que es la que se estará realizando próximamente», explicó Amanda Hernández Boffill, secretaria de cultura y deporte provincial de la FEEM en Matanzas.

«Se participa en todas las manifestaciones artísticas, o sea: danza, teatro, música, artes plásticas y literatura», acotó Hernández Boffill.

Más de 100 estudiantes de los preuniversitarios, politécnicos y enseñanzas artísticas de los diferentes municipios asistirán a la cita que tendrá como sede la Escuela Formadora de Maestros «René Fraga Moreno».

La enseñanza general en Cuba acoge a niños con necesidades educativas especiales. La inclusión se perfila como reto para las escuelas.

A los dos años el niño tenía un vocabulario muy reducido, y luego también. En ese momento lo llevamos a todos los lugares donde era posible estudiar si se trataba de autismo, pero entonces la visión que había sobre ese tema en Cuba era muy reducida. El diagnóstico le llegó con 12 años.